Andalucía quiere salir del congreso del PSOE evitando la imagen de que la nueva dirección va a estar teledirigida por Susana Díaz. La nueva presidenta del PSOE, la andaluza Micaela Navarro, se ha referido a la cuestión en los pasillos del hotel en donde se reúne el cónclave socialista. Según Navarro, “nadie va a tutelar al secretario general”.
La dirigente andaluza ha pedido tiempo para Pedro Sánchez. “Vamos a darle 15 días”, ha dicho, en referencia a la sensación de tensión que se ha vivido por el reparto de cargos en el nuevo PSOE. Navarro ha respondido directamente a las quejas expresadas por Madina y Pérez Tapias a quienes acusa de confundir su papel a la hora de exigir cuotas de poder en la nueva dirección.
“Una cosa es integrar y otra trocear al partido”, señaló. La reflexión entronca en la línea de pensamiento de quienes defienden que los votos obtenidos por los dos oponentes de Sánchez no obligan a un reparto equivalente en la nueva dirección.
Parece difícil que el malestar expresado por los entornos del político vasco y por izquierda socialista tengan una gran expresión a través de un voto de castigo a los nuevos órganos de decisión en el PSOE. La presencia de delegados afines a ambas corrientes es mínima y se da casi por seguro que la nueva dirección del PSOE contará con un respaldo suficiente para que las críticas queden evaporadas tan pronto se cnoczca el resultado del sufragio interno.