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Presidente de pequeñas y medianas empresas minimiza el paro en Nicaragua

EFE

Managua —

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El presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), Leonardo Torres, minimizó hoy el paro nacional convocado por los grandes empresarios y la sociedad civil, como medida de presión para que el presidente Daniel Ortega suspenda la represión en la crisis de Nicaragua.

“El mercado que tocamos todos los días, no creo que se vaya a sumar a ningún paro”, dijo Torres, a través de medios del Gobierno.

El paro nacional de 24 horas, a ejecutarse mañana jueves, fue convocado ayer por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que la conforman los empresarios del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), sociedad civil, estudiantes y campesinos.

Además de parar la represión, el paro busca que Ortega discuta la “democratización” de Nicaragua en el diálogo nacional, que había sido suspendido por la negativa del presidente al tema principal, y que será retomado este viernes.

Torres, quien sorpresivamente se alió a Ortega a raíz del diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica, mostró su inquietud porque el sector del que desertó no lo tomó en cuenta en la decisión del paro nacional.

“Debemos ir abandonando esas prácticas de tomar decisiones absolutas y sin consultas, porque cuando digo que nos sorprendieron, es porque ni siquiera se tomaron la delicadeza de llamarnos, de consultarnos”, sostuvo el presidente de Conimipyme.

Según Torres el paro es “inadecuado” porque las pequeñas y medianas empresas de Nicaragua representan el 87 por ciento de la economía nacional, y son las que más sufren a causa de la crisis.

Nicaragua cumple hoy 57 días de la crisis sociopolítica, que acumula al menos 146 muertos, la más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.

Las protestas contra el presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del líder, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.