El presidente afgano, Ashraf Gani, analizó hoy la situación de seguridad en el país con la directora de la Casa Blanca para Asia del Sur y Central, Lisa Curtis, durante una reunión en Kabul, la primera desde que Washington anunció la semana pasada una nueva estrategia para Afganistán.
Las partes estudiaron la “cooperación bilateral, la situación de seguridad, el desarrollo económico de Afganistán y el desarrollo de la cooperación regional” durante un encuentro en el Palacio Presidencial, indicó la oficina de Gani en un breve comunicado.
Hace una semana, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un aumento de sus tropas en el país asiático, todavía por determinar y sin plazos fijos de retirada, con la intención de poner a los talibanes contra las cuerdas para forzarlos a entablar un diálogo de paz.
Como parte de su nueva estrategia, también ha comenzado a presionar a Pakistán para que deje de patrocinar a terroristas que atentan en suelo afgano, una acusación reiterada por Estados Unidos y la India desde hace años.
Hace unos meses, Curtis elaboró un informe en el que aconsejaba aislar diplomáticamente a Pakistán si continua apoyando a grupos terroristas.
Hoy, el Parlamento paquistaní aprobó por unanimidad una resolución que propone el cierre de las rutas de abastecimiento hacia Afganistán para las fuerzas de la OTAN y que se aplacen las visitas oficiales entre Pakistán y Estados Unidos por las críticas de Washington.
Según el informe del Inspector Especial para Afganistán (SIGAR) de Estados Unidos divulgado este mes, la guerra en Afganistán está “estancada” y los talibanes controlan, tienen influencia o se disputan con Kabul el 40 % del territorio.