Voto particular del vocal Álvaro Cuesta
VOTO PARTICULAR DEL VOCAL ÁLVARO CUESTA MARTÍNEZ AL ACUERDO DEL PLENO DEL CGPJ, del día 30 de septiembre del 2020 POR EL QUE SE RECHAZA LA PROPUESTA DE RETIRAR Y SUPRIMIR DEL ORDEN DEL DÍA LOS PUNTOS RELATIVOS A NOMBRAMIENTOS DISCRECIONALES. ( PUNTOS I.4º A I.13º).
Con el máximo respeto a las demás posiciones mantenidas en la reunión del Pleno de este Consejo el Vocal que suscribe, al amparo de lo dispuesto en el art. 631.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial formula voto particular al acuerdo por el que se rechazó mi propuesta de supresión, del orden del día, de los nombramientos discrecionales contenidos en los puntos I.4º a I.13º.
En Enero, Junio y Julio del presente año, hemos aplazado los nombramientos discrecionales, en aras a propiciar los posibles Acuerdos de Renovación del CGPJ… Lo hicimos “POR PRUDENCIA Institucional”.
No desconozco el tenor del artículo 570.2 de la LOPJ; “si ninguna de las dos Cámaras hubiesen efectuado en el plazo previsto legalmente la designación de los Vocales que les correspondan, el Consejo saliente continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo, no pudiendo procederse, hasta entonces, a la elección de nuevo Presidente del CGPJ.”
Es cierto que se ha planteado un debate de interpretación sobre el alcance de la expresión: “EL CONSEJO SALIENTE CONTINUARÁ EN FUNCIONES”.
La LOPJ poco aclara. “No distingue”. Se dice que “en funciones”, es tanto como decir “las FUNCIONES PROPIAS DEL CGPJ.”
En esta cuestión se han planteado posturas diferenciadas: legítimas y jurídicamente verosímiles y sólidas.
El voto particular del 28/07/2020 de las Vocales Llombart, Díaz y Carmona, tildaba de injerencia política la retirada de los nombramientos discrecionales, en aquel Pleno.
Yo no lo creí ni lo creo así, sobre todo cuando se trata de un CGPJ caducado, cuya renovación se BLOQUEA DE PROPÓSITO para CONSEGUIR UN RESULTADO en su funcionamiento. Ese boicot a la renovación constitucional del CGPJ sí es una INJERENCIA POLÍTICA INTOLERABLE QUE SE DEBERÍA DENUNCIAR.
Es cierto que en el 2018, producida la ruptura en noviembre de los Acuerdos de Renovación del CGPJ, después de aquel “célebre” Whatsapp del Portavoz del PP en el Senado, de que “controlaremos el TS por la puerta de atrás”, continuó una tramitación parlamentaria iniciada de Reforma de la LOPJ, que no hizo previsión ni tuvo en cuenta los escenarios de ruptura, bloqueo y transcurso por agotamiento del mandato del CGPJ. “¿Qué era un CGPJ en funciones? No se valoró. Las funciones de un Consejo en funciones no fueron tasadas en la Reforma, cuando ya se vivía por el legislador un momento de ruptura y bloqueo, y de mandato caducado.
Es cierto también que existe el precedente de un CGPJ en un superlativo grado de “descomposición”, como fue el elegido en 2001 y que no se renovó, también por bloqueo del Grupo Popular, hasta el año 2008. Además nadie cuestionó la capacidad de nombramiento y los nombramientos efectuados hasta última hora, de aquel CGPJ, prorrogado durante 2007 y 2008 y en un grado de gran descomposición y beligerancia política.
Aquello supuso un gran escándalo institucional a juicio de la mayoría del Parlamento y de su Comisión de Justicia que tuve el honor de presidir, máxime ante la actitud políticamente imprudente e invasiva del que fuera Presidente del Consejo General del Poder Judicial. La Cámara y su Presidente tuvo que reprobar en comunicado público algunas conductas y negativas del entonces Presidente del CGPJ a comparecer ante la Comisión de Justicia del Congreso.
En estos siete años, he procurado con todos los miembros de este órgano, contribuir al prestigio del CGPJ y a la defensa de la independencia judicial. He procurado servir al interés general, de forma imparcial, con independencia de mi ideología, profesión o trayectoria política del pasado. Yo siempre he apelado a la elección de 2013 y al 94 % de apoyo de aquel Parlamento a este Consejo, del que siempre nos hemos sentido agradecidos y orgullosos.
Pero ahora las circunstancias han cambiado, no podemos desconocer la estupefacción de la ciudadanía, el descrédito en que algunos pretenden convertir una digna Institución Constitucional fruto de la elección Parlamentaria, y coherente con el principio de que “la Justicia emana del pueblo”, un órgano constitucional con mandato tasado de cinco años, que es órgano de Gobierno del Poder Judicial, pero en ningún caso Poder Judicial, y que “desde Julio y Agosto de este año y sobre todo desde la pasada semana y desde que ayer la Comisión Europea se expresase en favor de la renovación del CGPJ, está en una situación caracterizada por UN BLOQUEO INCONSTITUCIONAL intencionado.
Además, UNA MAYORÍA DE LOS DIPUTADOS, en número de 185, HOY y AHORA PIDEN con toda razón LA RENOVACIÓN DEL CGPJ. Varios Grupos Parlamentarios han planteado la exigencia de la renovación del CGPJ y otros Órganos del Estado (órganos constitucionales) y actualmente bloqueados por el Partido mayoritario de la oposición.
Se denuncia, no sin razón, que del bloqueo se pretende sacar “ventaja” en la acción y Acuerdos de estas Altas Instituciones que están integradas por una composición correspondiente a otro momento, a la X legislatura del 2011, y a los años 2012 y 2013.
Se constata indubitadamente que estas instituciones, y en especial el CGPJ, han agotado el plazo del ejercicio establecido en nuestro ordenamiento constitucional y jurídico.
El incumplimiento de esta obligación de renovar los Órganos constitucionales en plazo afecta a la confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas y deteriora los estándares democráticos. Esta situación supone un grave desprestigio institucional, y un intento de colocar al CGPJ como chivo expiatorio de manejos y disputas.
En fin, considero que hemos de procurar contribuir al prestigio del CGPJ. Ahora, a la vista de la petición de 185 Diputados del actual Congreso, entiendo que con mi propuesta de retirar las votaciones y nombramientos discrecionales del Orden del Día, contribuyo y contribuiríamos también, con todo respeto, al PRESTIGIO INSTITUCIONAL y a la CREDIBILIDAD de un CGPJ, como nunca modélico en su gestión, y que nunca ha pretendido controlar al Tribunal Supremo ni a la justicia “por la puerta de atrás”.
30 de septiembre de 2020
ÁLVARO CUESTA MARTÍNEZ