El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha dicho que ayer, cuando un joven de 17 años propinó un fuerte puñetazo al candidato del PP a la Presidencia, Marino Rajoy, se sintió agredido y muy dolido.
En declaraciones a los medios, ha calificado de “agresión lamentable e intolerable” este ataque y ha insistido en que “no hay un gramo de política en la violencia”.
De hecho, ha señalado, sintió la agresión como si hubiera sido “a todos los demócratas”, porque se trató de un intento de “dañar la democracia” en tanto en cuanto Rajoy es presidente de España por voto popular.
Además de mostrar su solidaridad con Rajoy, ha considerado que todos las fuerzas políticas deberían pactar cómo intensificar las medidas preventivas para que estas personas de grupos minoritarios y con actitudes de “radicalización” no acaben en la violencia, como, ha lamentado, el caso del chico que agredió a Rajoy.
“Lo de ayer hace daño”, “a mí me descompuso ver las imágenes”, ha reconocido Zapatero, quien también se ha preguntado lo que pudo pasar por la cabeza del joven para tener ese comportamiento.
Zapatero llamó a Rajoy para interesarse por su estado, pero no pudo hablar con él porque estaba ocupado, ha revelado el expresidente socialista, quien ha viajado a Alcañiz (Teruel) para apoyar a los candidatos de su partido y visitar el Parque Tecnológico del circuito de velocidad Motorland.
A su juicio, Rajoy reaccionó bien, incluso “con algo de ironía” en el mitin que dio posteriormente, y le ha mandado de nuevo un “abrazo de solidaridad” en un momento “difícil”.
No tanto, ha añadido, por el daño físico, sino porque “cuando uno es presidente sabe lo que representa y que cualquier menoscabo de esa integridad personal y moral lo es a todos” los españoles.