Este es un espacio donde opinar sobre Sevilla y su provincia. Sus problemas, sus virtudes, sus carencias, su gente. Con voces que animen el debate y la conversación. Porque Sevilla nos importa.
Córdoba Sur, Jerez Norte
Hace un par de semanas estuve con mi cuñado Pepe en el mercadillo del Parque Alcosa que, curiosamente, lleva años instalado en Sevilla Este. Una vez que aparcamos y nos bajamos del coche, él le echó un vistazo de 360º a la zona, las avenidas amplias, los edificios nuevos, los aparcamientos llenos de furgonetas y monovolúmenes grandes, y me dijo: “No había estado aquí en mi vida. Qué buena pinta tiene toda esta zona. Y está llena de vehículos de carga y negocios. Tiene que haber muchas familias trabajadoras viviendo aquí”. Me pareció una opinión acertada y, probablemente, generalizada.
El distrito Este-Alcosa-Torreblanca es el más poblado de los 11 que conforman la ciudad, con alrededor de 107.000 habitantes, el 15% de la población total. Sólo Sevilla Este reúne a más de 62.000 vecinos, constituyendo el barrio con más habitantes de toda la capital hispalense. Construido a comienzos de los años 80, ya en plena democracia, tiene un aire a los polígonos de viviendas del extrarradio propios del desarrollismo de los 60 y 70 que tan bien retrata Reyes Gallegos en su precioso documental Ellas en la ciudad, del que ya he escrito por aquí.
Aunque su urbanismo está mucho mejor pensado y más adaptado al peatón, a las personas, tiene ese punto de vivir al final del todo, donde la ciudad acaba, con vistas literalmente al campo en muchos de sus edificios. Muy probablemente sus primeros vecinos se enfrentaron a la falta de infraestructuras y servicios públicos que, en algunos aspectos como el del transporte público, aún perduran como deficiencias pendientes de solución.
Quien me lea con frecuencia imaginará mi propuesta de solución alternativa: el metro. Pena que aún tardará, qué se yo, cuarenta o cincuenta años más en llegar hasta allí
Con Sevilla Este pasa algo curioso, provocado por llevar al extremo una tendencia muy propia de Sevilla y los sevillanos. La nuestra es una ciudad centrípeta, ombliguista, que vive volcada en su centro histórico del que todo el mundo está pendiente, aunque viva en Bermejales, Pino Montano o el Tiro de Línea. Eso provoca que, cuanto más lejos residas, menos relevante eres en el día a día de la ciudad. Y eso que en Sevilla Este está Fibes, varios edificios de oficinas o la sede de alguna consejería de la Junta de Andalucía. Pero la ciudad vive de espaldas a su realidad y a sus problemas, que no están en la agenda política y solo preocupan a sus habitantes.
Al menos nos queda el humor. De ahí los chistes que llaman al barrio Córdoba Sur, por estar más cerca de la ciudad califal que de la Plaza Nueva; o el 27, el bus que conecta esta zona con la Campana, conocido por muchos como el Transiberiano; o la guasa de preguntar si tienes el pasaporte en regla para ir a visitar a algún amigo o familiar que viva por allí. Con el auge de las redes, el barrio tiene hasta un alcalde putativo que, con mucha guasa, se pasa el día dándole la vuelta a la tortilla y reclamando la centralidad del barrio.
Como decía, probablemente sea el del transporte el mayor problema de este barrio. Acostumbrados al uso del vehículo privado (uno de los grandes defectos de esta ciudad), sus vecinos sufren ahora el estrechamiento de sus principales ejes viarios por la creación de un nuevo servicio, el tranvibus, autobús urbano con plataforma reservada. No critico la iniciativa, y no sé si terminará triunfando con el tiempo, pero la acogida que ha tenido entre los residentes de Sevilla Este ha sido pésima y los atascos que están sufriendo son colosales. Quien me lea con frecuencia imaginará mi propuesta de solución alternativa: el metro. Pena que aún tardará, qué se yo, cuarenta o cincuenta años más en llegar hasta allí.
Primero construyo las viviendas, luego las lleno de nuevos vecinos y ya si eso, más adelante, vemos lo de los servicios públicos (colegios, centros de salud, mercados, centros de mayores o vecinales, etc…)
En estos últimos días se ha anunciado que aún se construirán más casas en Sevilla Este, 700 viviendas para 3.000 nuevos vecinos en un solar junto a Fibes. Y otros 1.000 pisos ya en construcción en la antigua algodonera en Alcosa. Total, más de 7.000 habitantes de nuevo cuño para el barrio en los próximos años. Hay terrenos para acogerlos. La duda es si habrá servicios públicos suficientes para atenderlos y si su movilidad y la del resto de la zona no empeorará con este crecimiento.
Lo paradójico, al menos desde mi escaso conocimiento urbanístico, es que el de Sevilla Este, y los distintos polígonos de viviendas construidos décadas antes, sea el modelo a seguir en esta ciudad. Primero construyo las viviendas, luego las lleno de nuevos vecinos y ya si eso, más adelante, vemos lo de los servicios públicos (colegios, centros de salud, mercados, centros de mayores o vecinales, etc…).
Es lo que ocurre ahora con Isla Natura, el espacio en desarrollo más allá de la ciudad, al sur de Bermejales y Palmas Altas, en donde ya viven algunos cientos de vecinos en las primeras terminadas de las 2.000 viviendas proyectadas. Ya hay habitantes pero no hay ni colegios, ni supermercados, ni transporte público, ni ná de ná. Todo en coche y apenas un par de accesos viarios. Aventuro atascos también en cuanto el barrio esté nada más que medio construido y habitado. Y sí, siguiendo la lógica de Córdoba Sur, permítanme llamarlo Jerez Norte.