El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, recordó este lunes en la Cumbre del Clima de la ONU que su compañía apostó hace ya 20 años por “cambiar” en favor de las energías renovables, ejemplo para otras corporaciones, si bien instó a los Gobiernos a ser más ágiles para favorecer estos procesos de transformación.
“Iberdrola ha sido una empresa tradicional durante más de cien años, con una combinación energética estándar, de carbón, petróleo, nuclear, hidroeléctrica (...). Hace casi 20 años, decidimos cambiar”, dijo Sánchez Galán, que recordó que su compañía invierte más de 100.000 millones de dólares en energías renovables.
En este sentido, Sánchez Galán ha subrayado su apuesta por cerrar “todas nuestras plantas de carbón y petróleo”, con el apoyo de los accionistas gracias también a una reconversión que ha dado sus frutos desde el punto de vista de los resultados empresariales.
“Hoy nuestras emisiones por Kw/h en Europa son un cuarto de las de nuestros pares europeos, solo 80g, y planeamos reducirlo a la mitad en 2030 y a 0 en 2050”, enfatizó Sánchez Galán, quien cree que “ahora somos una empresa mucho más grande, más limpia y más internacional, y un líder mundial en energías renovables”.
En este sentido abundó que “hemos demostrado que la economía verde genera más riqueza, más y mejores empleos (...) y no solo para nosotros”.
Sánchez Galán se ha puesto así de ejemplo a seguir ante gran parte de líderes mundiales, promoviendo las industrias locales, en regiones deprimidas, por ejemplo, con la conversión de astilleros en energía eólica marina.
Pero también ha instado a los Gobiernos presentes en la Cumbre para la Acción climática: “La transición energética a la emisión neta cero es factible porque ya tenemos la tecnología capaz de suministrar energía para un mundo más electrificado a un costo muy competitivo”.
“Pero el tiempo es corto (...). Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad. Nosotros, como empresas, invirtiendo en tecnologías limpias y los Gobiernos adoptando procedimientos más rápidos y ágiles”, para favorecer esta transición.
En este sentido, Sánchez Galán apuntilló que “hoy construimos un parque solar o eólico en 12 meses, pero el procedimiento administrativo puede tomar hasta 4 o 5 años antes de comenzar la construcción”.
“Ahora es un momento para la acción, es tiempo de entregar resultados y acelerar la ejecución de planes para reducir las emisiones”, concluyó, en lo que cree que es “una obligación moral de dejar un planeta mejor y un entorno más saludable para las generaciones presentes y futuras”.
Sánchez Galán ha intervenido tras los presidentes de Eslovaquia y Corea del Sur, y junto a panelistas también de otras empresas.