Víctimas y colectivos católicos piden la dimisión del presidente de la Conferencia Episcopal por “frivolizar” con la pederastia

Jesús Bastante

en religiondigital.com —

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“Más le valdría haberse callado: justificar el comportamiento absolutamente injustificable de un alcalde que hace apología de la pederastia es impropio de un presidente de la Conferencia Episcopal”. Juan Cuatrecasas, fundador de Infancia Robada y padre del niño abusado en el colegio Gaztelueta del Opus Dei, pone voz al desgarro de las víctimas de la pederastia clerical tras escuchar la reacción de Luis Argüello justificando los cánticos con contenido pederasta y misógino del alcalde de Vita.

Durante la celebración de las fiestas de esa localidad, Martín subió al escenario y entonó delante de los vecinos la siguiente letra: “Me encontré una niña sola en el bosque, la cogí de la manita y me la llevé a mi camita. La subí la faldita y le bajé la braguita (...) La eché el primer caliqueño...”. Para la máxima autoridad de los obispos, la canción que entonó el alcalde no revestían gravedad y había que ponerlas en el contexto de “lo que pasa a altas horas de la madrugada después de haber bebido esto o lo otro”. Argüello incluso abogó por “no crecer en lo que pudiera ser una sociedad excesivamente puritana que hace que cualquier texto, que cualquier letra, parezca ser rechazada”.

Unas palabras que han provocado que distintas entidades católicas hayan exigido al arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE una disculpa o su dimisión, algo que hasta el momento no se ha producido. “Si el reconocimiento y la reparación de las víctimas de la pederastia clerical está en personas como esta, más vale que cierren la persiana, porque una vez más hay que decir que el comportamiento de la Conferencia Episcopal sigue siendo delirante, abrasivo y contraproducente”, lamenta Cuatrecasas, que critica cómo declaraciones como las de Argüello “revictimizan una y otra vez a las víctimas”

La Revuelta de Mujeres en la Iglesia han hecho llegar una carta de protesta al vicepresidente del Episcopado y arzobispo de Madrid, José Cobo, a quien manifiestan “indignación y preocupación” por las declaraciones de Argüello que, en su opinión, “tratan de contextualizar un delito de exaltación de la pederastia y de la cultura de la violación hacia las niñas y las mujeres”.

Por ello, exigen “una disculpa y rectificación” al prelado que, casi una semana después, no se ha producido. “Lo que expresa explícitamente la canción del alcalde de Vita es de una perversión inaceptable, de un profundo machismo, un desprecio hacia las mujeres y las niñas, un atentado a nuestra cultura democrática y de igualdad, además de una sórdida depravación que incita a la justificación de la violación bajo determinadas circunstancias”, afirman en un comunicado, en el que insisten que “las declaraciones del obispo Argüello atacan nuestra dignidad como mujeres, como ciudadanas y como creyentes”.

Las declaraciones del obispo Argüello atacan nuestra dignidad como mujeres, como ciudadanas y como creyentes

“Las palabras del obispo, en su intento de contextualización y justificación, son inadmisibles, instigan al delito y dañan a toda la ciudadanía, muy especialmente, a la comunidad eclesial”, añaden desde la Revuelta, insistiendo en que “si después de estas declaraciones el obispo Argüello no rectifica y pide disculpas no debe seguir presidiendo la Conferencia de obispos de nuestro país. Son declaraciones inaceptables, que ponen de manifiesto el machismo, y el abuso de poder justificando lo injustificable”.

Del mismo modo, las Comunidades Cristianas Populares y Redes Cristianas han emitido otro comunicado en el que muestran su “sorpresa e indignación” ante las palabras del presidente de los obispos españoles, que tildan de “blanqueamiento de la pederastia”.

“La cuestión de los abusos es de tal gravedad que asombra que dichas justificaciones, a las que nadie le obligaba, se hayan puesto sobre la mesa”, añade la nota. “La Iglesia Católica en España tiene un gravísimo problema sin resolver con la pederastia, cometida por miembros del clero y laicos vinculados a instituciones religiosas, por tanto, se espera de su máximo responsable una especial sensibilidad y una condena tajante hacia el tema”.

“Hay cuestiones que no se pueden frivolizar ni justificar por el hecho de que una persona esté de fiesta o haya bebido”, apuntan los colectivos, que piden al presidente de la Conferencia Episcopal “una rectificación de sus declaraciones”, así como “una condena clara y sin paliativos de la actuación del alcalde de Vita”.

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