Descubren que el arte rupestre monumental servía para señalar las fuentes de agua hace 12.000 años en Arabia

Un equipo de científicos ha hallado un grupo de pinturas rupestres monumentales, en las que se pueden apreciar camellos, cabras o gacelas, que servían para señalar la existencia de fuentes de agua y rutas de desplazamiento en el árido interior del norte de Arabia hace más de 12.000 años, según los resultados de una nueva investigación publicada en la revista Nature Communications.

Esos grabados han sido localizados y estudiados gracias a prospecciones arqueológicas y los trabajos de excavación realizados en el desierto de Nefud (norte de Arabia Saudí) como parte del Proyecto Arabia Verde, encabezado por investigadores del Instituto Max Planck (Alemania). 

En concreto, el equipo identificó más de sesenta paneles de arte rupestre con 176 grabados en tres zonas que no habían sido exploradas anteriormente: Jebel Arnaan, Jebel Mleiha y Jebel Misma. Todas a lo largo del extremo sur del desierto de Nefud.

Los investigadores quedaron impresionados por la monumentalidad de las pinturas, que se diseñaban en paneles de hasta tres metros de largo y dos de alto. Se pueden distinguir cabras montesas, équidos, gacelas y uro. En total, 130 figuras naturalistas y a tamaño real. Según sus cálculos, datan de hace entre 12.800 y 11.400 años.

Dibujos que señalaban fuentes 

Los autores del estudio no sólo reparan en las dimensiones o los animales, sino en lo que representan, porque servían para señalar la existencia de fuentes de agua y rutas de desplazamiento. Esto indica que, entre 12.800 y 11.400 años, hubo un periodo en el que reaparecieron fuentes de agua estacionales en la región tras un prolongado periodo de aridez extrema.

Esa mayor disponibilidad de agua habría favorecido la expansión temprana de los seres humanos hacia el interior del desierto, ofreciendo oportunidades únicas para la supervivencia, como muestra la producción de arte rupestre monumental y herramientas de piedra descubiertas en la región.

Los grandes grabados no son solo arte rupestre, sino que “probablemente eran declaraciones de presencia, acceso e identidad cultural”, en opinión de Maria Guagnin, del Instituto Max Planck y primera firmante del estudio.

Además, los investigadores destacan las dificultades para su dibujo. Para crear uno de estos paneles, los antiguos artistas tuvieron que escalar y trabajar en precarias repisas estrechas, lo que subraya el enorme esfuerzo y la importancia de las imágenes, destaca la Universidad de Griffith, una de las participantes en el estudio. También repararan en las diferencias con otros grabados, normalmente ocultos en grietas.