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La situación límite de Coco, el perro que ni come ni bebe tras el abandono de su familia

Raquel Sáez

23 de septiembre de 2025 10:16 h

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Algunos perros tienen la suerte de tener una familia desde pequeños, garantizándoles compañía y cuidados durante toda su vida. Sin embargo, hay dueños capaces de dejarlos de lado y abandonarlos cuando llevan años bajo su techo, con las consecuencias negativas que eso conlleva para los peludos. En muchos casos, una decisión que se toma sin remordimiento alguno.  Ese es el caso de Coco, un cruce de podenco del que su familia se deshizo sin ningún tipo de remordimiento, explican desde la Asociación el Edén, una organización sin ánimo de lucro que se dedica al rescate, recuperación y búsqueda de adopción de los animales necesitados en Sevilla

“Hace poco, decidieron deshacerse de él. Nos lo cedieron sin una sola lágrima, sin despedirse, casi sin mirarle. A Coco lo dejaron atrás sin importarles todo el daño que le ocasiona”, cuentan en una publicación de Instagram con la que intentan darle visibilidad y encontrar a una familia que verdaderamente se ocupe de él. 

Loco por una caricia

Coco había estado acompañado desde pequeño, pero nunca recibió las atenciones que merecía. De acuerdo con esa asociación, siempre vivió en el patio, apartado de la actividad de la familia, que lo ignoraba por completo. Por eso, en parte, no les sorprendió cuando decidieron abandonarlo: “Nos lo cedieron sin una sola lágrima, sin despedirse, casi sin mirarle”. 

Ahora está bajo el cuidado de la Asociación el Edén, donde le dan “cariño, paciencia y por primera vez en su vida, atención”. Sin embargo, no es suficiente: “Tiene ansiedad, no quiere comer, ni beber, se pasa el día buscando atención, se vuelve loco por una simple caricia, como si fuera algo nuevo”. 

Los cuidadores aseguran que necesita encontrar una familia pronto, pero una que “no lo vea como un estorbo”. “No entiende por qué, si es bueno, si se lleva bien con otros perros, si solo quiere amor, nadie lo elige”, añaden. 

A la espera de una adopción 

A pesar de todo lo que ha vivido, Coco solo tiene dos años. Es un cruce de podenco de tamaño pequeño-mediano que actualmente está viviendo en una residencia porque la asociación no ha podido encontrarle una casa de acogida. Tiene buen carácter, cuentan. Es bueno, noble, sociable y cariñoso. “Una mirada única”, subrayan. 

Actualmente, se encuentra en Sevilla y puede viajar donde sea necesario. Los interesados en adoptar a este peludo tienen que ponerse en contacto con Asociación el Edén y rellenar un formulario. Sin embargo, no quieren que sufra otro desengaño, así que instan a pensarlo bien antes preguntar por el peludo, que sigue esperando pacientemente a que le den una oportunidad.