Cuando se estrenó en los cines, muchos espectadores se desmayaban, sufrían crisis nerviosas o vomitaban, pero también se generó toda una expectación que hizo que muchos aguantaran largas filas bajo el frío de diciembre de 1973 para poder verla, y así fue como ‘El exorcista’ rompió récords de recaudación en taquilla, 1,9 millones de dólares en su primer fin de semana, y comenzaba su camino para convertirse en todo un clásico del género de terror.
Todo ello tras haberse estrenado sin grandes expectativas por parte de Warner Bros, que era escéptica al ser un título sin estrellas, pero que superó a ‘My Fair Lady’, que hasta entonces fue la película con mayor recaudación del estudio, y tras superar uno de los rodajes más complicados de la historia del cine, rodeado de gran misterio, de leyenda y de mitos a su alrededor, que casi han cobrado más fama que la propia película.
El rodaje de ‘El Exorcista’ ya comenzó con mala fortuna
En 1971, la novela ‘El exorcista’, de William Peter Blatty, se convirtió en todo un fenómeno al adaptar la historia real de Robbie Mannheim, que en 1949 a los 14 años sufrió un exorcismo tras haber jugado con la ouija, y esos más de 13 millones de ejemplares vendidos hicieron que Warner Bros quisiera adaptarla y contrataron al mismo para que fuera el guionista de un filme que dirigió William Friedkin.
Para la película homónima, se cambió un niño por una niña, Regan McNeil, que sería la protagonista y que tendría 12 años, a la que interpretaría Linda Blair. El resto tuvo muchas similitudes con el caso real y la novela, pero lo que sucedería después es un rodaje con mucha tensión y misterio a su alrededor, que ya comenzó con mal pie al tener que retrasarse hasta seis semanas por un incendio.
Y es que un incendio destrozó los decorados de la casa de la familia McNeil provocado por un pájaro, y todo quedó devastado excepto la que iba a ser la habitación de la niña, que permaneció sin ser tocado por las llamas, lo que ya para algunos fue símbolo de un mal presagio, pero al final el rodaje comenzaría el 14 de agosto de 1972. Pronto comenzarían las habladurías de algunos técnicos que aseguraron ver sombras y escuchar ruidos extraños durante la filmación, pero fue el fallecimiento de hasta nueve personas, algunas de ellas directamente vinculadas, otras de familiares de actores y personas que participaban lo que ayudaría a generar un mito alrededor.
Las ‘extrañas’ muertes que ocurrieron durante el rodaje
Fue ya durante el segundo día de rodaje de ‘El exorcista’ cuando el actor que interpretaba al padre Merrin, Max von Sydow, se ausentó por el fallecimiento de su hermano, para que poco después lo hiciera la protagonista, Linda Blair, porque su abuelo había muerto.
Pero a estos fallecimientos le siguieron otros, como el de los propios actores de la película, la de Jack MacGowran y Vasiliki Malarios, que después de rodar sus escenas, murieron antes de que se diera el estreno oficial del largometraje. Y no fueron los únicos, uno de los técnicos fue asesinado y el vigilante que se encargaba de cuidar el set durante la noche también fue encontrado sin vida, y a punto estuvo de hacerlo uno de sus protagonistas, Jason Miller, después de sufrir un accidente con su moto.
Además de esto, tanto Linda Blair como Ellen Burstyn sufrieron lesiones al rodar algunas escenas de riesgo, siendo algunos gritos de dolor reales. Todo esto hizo que el clima que se respirara fuera de mucha tensión, hasta el punto de que pidieron al asesor religioso que exorcizara el set, aunque se limitó al final a tan solo bendecirlo.
Así, la película se estrenó en invierno de 1973, en España no sería hasta septiembre de 1975, y con el paso del tiempo, el mito de que el rodaje estaba “maldito” ha circulado generando su propia leyenda de terror, que alimentaron algunos como el propio director William Friedkin al decir que fue “la cosa más difícil que he hecho en mi vida” y que estuvieron “plagados de cosas extrañas y siniestras”.
Sin embargo, algunos de sus protagonistas desmintieron todo ello y algunos como Max von Sydow contaron en el documental por su 25 aniversario que “es bueno para la publicidad, pero si no crees en el diablo, no crees en maldiciones”.