Cuatro rutas de todos los niveles para hacer senderismo invernal en Galicia

A lo largo del territorio español, varios enclaves destacan por sus características naturales con opciones idóneas para practicar el senderismo. Así, la comunidad autónoma de Galicia, en el noroeste de la península, se distingue por sus espacios al aire libre con espectaculares cascadas, sus profundos bosques y sus conocidas rutas de senderismo, entre las que poder descubrir y disfrutar todo lo que el territorio tiene que ofrecer.

A la hora de practicar senderismo, al igual que con cualquier otro deporte, ajustar el nivel de dificultad en base a la experiencia y las condiciones de quien lo va a llevar a cabo es clave para disfrutar al máximo de la actividad. Alrededor de Galicia existen múltiples territorios de todos los niveles, perfectos tanto para senderistas principiantes como para los más experimentados.

Conocer algunos de los más destacados a lo largo de la comunidad autónoma puede ser de gran ayuda a la hora de planificar una ruta de senderismo por el territorio. Estas son cuatro rutas de todos los niveles para hacer senderismo invernal en Galicia:

Souto da Retorta, en Lugo

Ubicado en el municipio de Viveiro, el souto da Retorta —también conocido como el eucaliptal de Chavín— es un pequeño paraje natural que alberga algunos de los árboles más grandes de la comunidad autónoma. El espacio cuenta, entre otros, con el famoso “avo”, uno de los ejemplares de eucalipto con mayor altura y envergadura del continente, plantado alrededor de 1880.

El recorrido a través del bosque es sencillo, con tan solo 2 kilómetros de longitud y 1 hora de duración, por lo que es posible realizarlo con amigos o en familia, y presenta una oportunidad idónea en invierno para ver todos los árboles abuelos. El trayecto comienza en Calvoso y termina con el reputado árbol antiguo —de más de 67 metros de altura y 10,5 de perímetro—, desde donde habrá que volver por el mismo camino una vez se haya disfrutado de la singular joya natural.

Ruta dos Muínos do Folón e do Picón, en Pontevedra

La ruta dos Muínos do Folón e do Picón, en la provincia de Pontevedra, es un pequeño recorrido conocido por los dos molinos que le dan nombre —Folón y Picón. Además, durante el recorrido también es posible acceder a grandes miradores en los que disfrutar de vistas panorámicas sobre el monte Santa Tegra y el río Miño.

El recorrido circular, de 3 kilómetros y medio de longitud y una duración aproximada de 1 hora y media, está situado en O Rosal, comienza y termina en A Ponte das Penas. A lo largo del trayecto, será posible presenciar el conjunto de más de 65 molinos escalonados a lo largo de la ladera de la montaña.

Ruta de Roteiro Mariñán Costa da Égoa, en A Coruña

En lo más profundo de la provincia de A Coruña, la ruta de Roteiro Mariñán Costa da Égoa se presenta como una oportunidad idónea para descubrir caminos al aire libre. En concreto, la ruta une dos recorridos, permitiendo a su paso descubrir varias iglesias y museos alrededor del enclave.

El trayecto, de 12 kilómetros de longitud y una duración estimada de 3 horas y media, cuenta con dos partes, una lineal y la otra circular. El primer tramo parte de la Iglesia de Santo Estevo de Paleo, desde donde continúa por el Monte Xalo a través del antiguo Camino de Santiago hasta llegar a Chamoso.

Por otro lado, el segundo tramo es circular, por lo que presenta dos opciones, comenzar desde Batán o en dirección a O Rubieiro. Esta segunda es la más recomendable, ya que dirige al Mirador de O Rubiero, desde donde poder disfrutar de vistas panorámicas a toda la naturaleza que rodea al recorrido.

Ruta del Río Eifonso, en Pontevedra

Ubicada cerca de la ciudad de Vigo, dentro de la provincia de Pontevedra, la ruta del río Eifonso es un paseo natural a través de bosques autóctonos y ermitas. El sendero, que permite disfrutar de varios elementos etnográficos aún conservados como saltos de agua y molinos, finaliza en el parque forestal de Beade, un espacio natural característico de la ciudad viguesa.

El recorrido, de 7 kilómetros de longitud y una duración aproximada de 2 horas y media, comienza una vez cruzado el puente del río Eifonso, desde donde es posible apreciar tanto las señalizaciones del recorrido como los primeros saltos de agua. La senda asciende levemente hasta la ermita de San Cibrán, aunque no presenta complicaciones durante la subida.

Si va a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.