Turquía en 15 días: Estambul, Capadocia, Pamukkale y mucho más

Roberto Ruiz

Turquía se merece un gran viaje. Un viaje de esos en los que tenemos tiempo suficiente no solo para empaparnos de una cultura diferente, descubrir sitios nuevos y probar sabores sorprendentes, sino también para desconectar. Desconectar de verdad. Olvidándonos de nuestro día a día al ser capaces de poner los cinco sentidos en todo lo que nos rodea. Sin distracciones. 

Por eso es recomendable que, si quieres hacerte una buena idea de los principales atractivos que ofrece un país como Turquía, le dediques al menos 15 días de tu tiempo. Con un par de semanas podrás pasar por Estambul, donde seguro que volverás si no es que ya has estado ya, por los paisajes y la historia de Capadocia, por maravillas naturales como Pamukkale, por las espectaculares ruinas de Éfeso y Pérgamo, que son de las mejor conservadas del mundo, y por la costa Licia, para terminar descansando en alguna de sus playas turquesas. 

Con tiempo hay muchos otros sitios de Turquía en los que sería interesante parar, pero si de lo que dispones es de 15 días, esta ruta te ayudará a conocer algunos de los lugares más destacados del país turco. Y además, seguro que te dejará con ganas de volver.

Estambul, la ciudad de las mezquitas

Independientemente de esta ruta de 15 días por Turquía, la ciudad de Estambul se merece un viaje para ella sola. Hay tanto que ver y tanto que sentir, que lo más recomendable siempre es repetir. Es una gran urbe de más de 15 millones de habitantes, pero su zona histórica es fácil y cómoda de ver. Mezquitas hay muchas, pero la Mezquita Azul o del Sultán Ahmed, la más bonita, la Mezquita de Suleiman, la mayor de todas, y la de Santa Sofía, que fue catedral, mezquita, museo y desde 2020 de nuevo mezquita, son las imprescindibles. 

Luego, entre el Palacio de Topkapi, el Gran Bazar, la Torre Gálata, el Bazar de las Especias, la Cisterna de Basílica, el Cuerno de Oro y el Bósforo, tienes para al menos dedicar cuatro días a la que además puede presumir de ser la única ciudad del mundo ubicada en dos continentes a la vez: Europa y Asia.

Capadocia, donde las civilizaciones vivían en cuevas

Capadocia es uno de los grandes atractivos turísticos de Turquía. Ya sea por sus formaciones geológicas y sus paisajes, o por las civilizaciones milenarias que dejaron aquí su huella para siempre, el caso es que dedicar al menos tres días para recorrerla a nuestro aire es absolutamente recomendable. Las formas que ha adquirido el terreno tras miles y miles de años de erosión han dejado peculiares columnas y pináculos rocosos, pero además diversas culturas han excavado cuevas a lo largo de los siglos como viviendas o lugares de culto, por lo que sus valles son auténticos museos al aire libre. 

Podemos hacer base en Göreme, donde el Valle del Amor, repleto de ‘chimeneas de hadas’ tiene algo de mágico. Merece la pena acercarse a Zelve, un pueblo fantasma esculpido en la roca, así como al Valle de Ihlara o las ciudades de Derinkuyu y Kaymakli, que son solo dos de las 37 ciudades subterráneas que hay en la región. O también la catedral de Salime, también excavada en la montaña desde el siglo VIII y con frescos de los siglos X y XI. Además, Capadocia es una de los mejores lugares del mundo para hacer un viaje en globo, la mejor forma para apreciar realmente su singular orografía. 

Pamukkale, el castillo de algodón

Pamukkale sorprende a cualquiera. Aquí, donde las aguas termales salen a la superficie, los minerales han creado una formación de piedra caliza y travertino blanca como la nieve. Al caer por la ladera de una colina se han ido formando diferentes terrazas, donde el agua se acumula dando lugar a preciosas piscinas naturales. 

Lo más recomendable es alojarse en la misma ciudad de Pamukkale, que por cierto en turco significa ‘castillo de algodón’, y visitar a pie, y descalzos, toda la zona de travertino. La superficie es rugosa y sobre ella corre una fina capa de agua. En la parte superior de la colina, y dentro del mismo recinto, se encuentran las ruinas de la ciudad romana de Hierápolis, construida en su momento para disfrutar de estas aguas termales. De hecho en los siglos II y III ya era un lugar de descanso y retiro romano. Su teatro, con un aforo de unas 20.000 personas, goza de un estado de conservación magnífico. En Pamukkale, entre que llegamos, visitamos y nos vamos, con un par de días tendremos suficiente.

Esmirna, con Éfeso y Pérgamo 

A Esmirna es importante ir si queremos visitar las ruinas más famosas de toda Turquía. Conocida en turco como Izmir, la ciudad en sí es interesante por haber tenido su momento de esplendor como parte de la Ruta de la Seda gracias a la estratégica ubicación de su puerto en el mar Egeo. Pero realmente Esmirna nos servirá de punto de partida para visitar las ruinas de las ciudades de Éfeso y Pérgamo, ya que se encuentra justamente entre las dos. Por lo que podríamos dedicar tres días.

En Éfeso estaba el Templo de Artemisa, una de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo, pero además de sus restos también te llamará la atención su Gran Teatro, el Templo de Adriano, el Odeón, la Fuente de Trajano, el Templo de Domiciano, las puertas de Hércules y la biblioteca de Celso. Por su parte, Pérgamo tuvo una de las bibliotecas más importantes del mundo antiguo, que llegó a contar con hasta 200.000 volúmenes. Aquí además podrás ver su Acrópolis, el Teatro y los restos del Altar de Zeus, aunque el original se halle en el Museo de Pérgamo, en Berlín. 

Costa Licia, playas para descansar

Y si queremos terminar nuestro viaje de 15 días por Turquía disfrutando del mar, las playas y el sol durante los días restantes, tampoco tendremos que ir muy lejos. Antalya será nuestro punto de partida pues playas como las de Mermerli, Konyaalti o Kaputas son de las más bonitas del país. También es curioso ver las cascadas Düden que caen directamente sobre el mar. Además de paisajes de ensueño con aguas turquesas de fondo, si sigues con ganas de arqueología siempre te puedes acercar a conocer el impresionante teatro romano de Aspendo o las Tumbas Licias de Myra excavadas en la roca de la montaña.

Si eres amante del senderismo aquí también encontrarás la Ruta Licia. Un sendero de algo más de 500 km que discurre entre las provincias de Mugla y Antalya pasando por montañas, bosques, acantilados y pueblos de pescadores. Una ruta que está considerada como una de las más bonitas del mundo.