En las estribaciones de Sierra Nevada, en pleno corazón de la Alpujarra granadina, se encuentra Lanjarón, un pueblo andaluz que se ha ganado el título de 'capital del agua'. Famoso por sus manantiales de aguas mineromedicinales, este encantador destino no solo es conocido por su potencial curativo, sino por su historia rica, sus paisajes impresionantes y su arquitectura pintoresca. Hoy en día, el pueblo sigue siendo un refugio para aquellos que buscan relajarse, sanar y conectar con la naturaleza.
Lanjarón: un destino termal de renombre internacional
El agua de Lanjarón ha sido un verdadero elixir para la salud durante siglos. Desde su descubrimiento como agua mineromedicinal en 1774, las aguas de sus manantiales han atraído a turistas y personalidades de todo el mundo. Entre los que han disfrutado de sus propiedades curativas se encuentran figuras de la talla de Federico García Lorca, la escritora Virginia Woolf y el filósofo Bertrand Russell, quienes encontraron en los baños termales de Lanjarón un refugio de bienestar. Hoy, su balneario sigue siendo el mayor centro termal de Andalucía, ofreciendo un circuito de salud único que combina el agua con la relajación y la cura de diversas dolencias.
Aunque el agua es su principal atracción, Lanjarón tiene mucho más que ofrecer. En sus calles blancas adornadas con flores, se esconden siglos de historia. El barrio del Hondillo, uno de los más antiguos, es perfecto para pasear y admirar la arquitectura tradicional de la región, con casas decoradas con plantas y los característicos tinaos, techos de madera que crean espacios semicerrados. Además, el castillo de Lanjarón, construido durante la época nazarí y reformado por los castellanos, ofrece unas vistas impresionantes del pueblo y sus alrededores. Lanjarón ha sido testigo de importantes momentos históricos, desde su papel estratégico durante la Guerra de la Independencia hasta su contribución al patrimonio cultural andaluz.
El poder curativo de sus manantiales
Lo que hace aún más especial a Lanjarón es el lugar que ocupa el agua en su vida cotidiana. La localidad cuenta con 23 fuentes repartidas por sus calles, muchas de ellas acompañadas de poemas que celebran el agua como un recurso vital. Los visitantes pueden seguir una ruta que les permitirá descubrir estos puntos de agua, algunos de los cuales se encuentran en lugares de gran belleza natural. Además, el Museo del Agua, inspirado en la Alhambra de Granada, profundiza en la relación entre el pueblo y sus manantiales, mostrando cómo este líquido precioso ha sido fundamental tanto para la vida cotidiana como para el desarrollo económico de la región.
Un paraíso natural en la Alpujarra granadina
El paisaje que rodea Lanjarón es otro de sus grandes atractivos. El pueblo se encuentra en un entorno natural privilegiado, a las faldas de la Sierra Nevada, ofreciendo rutas de senderismo como el Sendero Acequia Aceituno – Cecarta, un itinerario circular de 5,8 kilómetros que permite a los caminantes disfrutar de vistas panorámicas del río Lanjarón, las huertas construidas en terrazas y las aguas cristalinas de la zona. Este paisaje, modelado por el agua, ha sido fundamental para el desarrollo de la vida en la región, y es un testimonio de la estrecha relación entre el pueblo y su entorno.