Si vas a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.
La Ribeira Sacra ocupa un territorio que abarca las riberas de los ríos Miño, Sil y Cabe, distribuyéndose entre el sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Ourense. La comarca combina elementos naturales y culturales que se distribuyen en valles fluviales, bosques y antiguos asentamientos, con diversas opciones de senderismo para disfrutar de una jornada en la naturaleza. Uno de esos itinerarios es el de la Fervenza de Augacaída, una de las cascadas más bonitas de Galicia.
Además de su valor ambiental, la zona ha sido objeto de estudios arqueológicos y de proyectos de conservación para proteger su patrimonio. La presencia de caminos señalizados y de senderos adaptados permite recorrer el territorio con seguridad y planificación, facilitando la observación del relieve, la vegetación y los elementos históricos presentes en la Ribeira Sacra.
La región de la Ribeira Sacra se caracteriza por un relieve pronunciado, con cañones fluviales y laderas empinadas, que ha condicionado históricamente la ocupación humana y la utilización del terreno para cultivos en terrazas. Su geografía combina ecosistemas de bosque autóctono con cursos de agua que forman cascadas y saltos menores a lo largo de los afluentes.
El Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura aprobó la candidatura de la Ribeira Sacra para su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO hace años. Sin embargo, la evaluación definitiva de esta candidatura sigue pendiente y mantiene la atención sobre la zona, destacando la necesidad de conservar su paisaje, sus construcciones históricas y la red de rutas que permiten su acceso.
La ruta hacia la Fervenza de Augacaída
El itinerario más conocido comienza cerca del núcleo de Marce, en Pantón, donde hay un aparcamiento para visitantes. La senda recorre aproximadamente 2,4 kilómetros hasta la cascada y se estima que el tiempo de recorrido oscila entre una hora y una hora y cuarto. El perfil incluye un descenso inicial y un posterior ascenso hacia el Castro de Marce, lo que determina su clasificación como ruta de dificultad media.
El sendero atraviesa bosques compuestos por especies autóctonas, principalmente castaños y robles, que representan la vegetación característica de la Ribeira Sacra. Durante el primer tramo, el terreno es progresivamente más inclinado y puede presentar humedad, especialmente tras lluvias. Para facilitar el tránsito y garantizar la seguridad, se han colocado pasarelas y escaleras de madera en los tramos más empinados, lo que permite avanzar sin riesgo y acceder al mirador situado frente a la cascada.
Tras el primer kilómetro, la ruta ofrece dos alternativas. Se puede continuar directamente hacia la Fervenza de Augacaída, o tomar un desvío que conduce al Castro de Marce, un antiguo asentamiento en la cima de un montículo que ofrece vistas del valle del Miño. La cascada, formada por el arroyo Aguianza, alcanza aproximadamente 40 metros de altura y representa uno de los saltos de agua más altos de Galicia. Desde el mirador se puede observar la caída de agua en su totalidad, rodeada de vegetación de ribera y formaciones rocosas.
El regreso se realiza por el mismo camino, completando un recorrido de ida y vuelta de alrededor de cinco kilómetros. La visita al Castro de Marce permite apreciar restos de muros y estructuras que evidencian la ocupación prerromana de la zona, además de ofrecer una panorámica amplia sobre el valle y los bosques circundantes. Se recomienda planificar la visita con antelación, llevar calzado adecuado y agua, y respetar la señalización y las zonas habilitadas para garantizar la seguridad de quienes recorren la senda y conservar el entorno.