Desahuciados por las urnas

Última reunión del Consejo de Gobierno de la legislatura de Paulino Rivero. EFE/Cristóbal García

Enrique Bethencourt

Las Palmas de Gran Canaria —

La política es una profesión de riesgo. Del resultado obtenido en las urnas, bueno o malo, y, también en muchas ocasiones, del logrado por tus posibles aliados, depende formar parte del gobierno o de la oposición. Y, mucho más allá, depende formar parte de una corporación o quedarte, literalmente, en la calle. Es decir, en algunas ocasiones, sin empleo y sin ingresos.

Que se lo pregunten si no a las decenas de damnificados del PP tras el 24M. Es cierto que las encuestas ya pronosticaban un retroceso del partido en Canarias; por circunstancias globales estatales, como las políticas de recortes o los casos de corrupción, pero también internas de las Islas, como la aceptación cómplice del maltrato a Canarias por parte del Gobierno estatal y, especialmente, el papel de José Manuel Soria en la polémica sobre las prospecciones petrolíferas del Gobiernoe estatal l PP. Es cierto que las encuestas ya pronosticaban un retroceso del paíferas.

Pero la realidad superó los datos de los sondeos. Bajaron de 21 a 12 escaños en el Parlamento de Canarias, perdiendo la mitad de sus escaños en Gran Canaria al pasar de ocho a cuatro.

En esta isla, el acierto de Soria al cargarse a José Miguel Bravo de Laguna se tradujo también en el fracaso en el Cabildo Insular y en los menos esperados retrocesos y derrotas en Las Palmas de Gran Canaria o Mogán. Lo de Telde estaba en el guión, tras una gestión penosa y numerosos casos judiciales pendientes, aunque no con el enorme nivel de pérdida de apoyos que sufrió Mari Carmen Castellano.

El PP, por la profundidad de su batacazo en las elecciones del 24M, encabeza la lista de nuevos demandantes de empleo

El ex alcalde de Mogán, Francisco González, dijo hace unos años públicamente en solemne rueda de prensa que le parecía legítimo aprovechar las relaciones establecidas como alcalde para prepararse para hacer pinitos en la vida económica privada una vez dejase el cargo. Debe ser que los pinitos no fructificaron y, tras ser desalojado, ha buscado plaza de asesor en San Bartolomé de Tirajana y en la propia delegación del Gobierno.

Tránsfugas

En el Cabildo de Gran Canaria se redujo el número de consejeros del PP a la mitad. La salida del aplaudido consejero de Cultura en la etapa de Bravo, Larry Álvarez, fichado por la UD para dirigir su comunicación, permitió el acceso de Mari Carmen Rosario Godoy, desplazada a su vez del Ayuntamiento de Agaete. Pero no logró entrar Aurora del Rosario.

Y quedaron muy lejos de conseguir acta los tránsfugas procedentes de CC y CCN, Antonio Hernández Lobo y Juan Domínguez, aquellos que dejaron solo a Fernando Bañolas en el grupo de CC apenas unos meses después de constituido el grupo de Gobierno en 2011.

El primero regresará a su instituto en el sur de la isla, mientras que Domínguez sueña con ser nuevamente recompensado por su transfuguismo, como ocurrió el 20N con la regalía del envío al Senado de su mujer, Meluca Suárez, senadora de nula notoriedad y en paradero desconocido durante toda la legislatura.

Por otra parte, en la lista al Parlamento por Gran Canaria quedó fuera un histórico, Jorge Rodríguez, pero resulto reenganchado en la repesca gracias a que Mercedes Roldós, tras su fracaso en el Cabildo, fue premiada eligiéndola senadora de la Comunidad Autónoma. Fue un acierto, sin duda, que hiciera doblete a Cabildo y Cámara canaria.

Por el lado socialista quedó fuera Roberto Moreno, cuarto en la lista al Parlamento por la circunscripción de Gran Canaria. Pero fue nombrado para un cargo de enorme responsabilidad y no menor dificultad: director del Servicio Canario de la Salud (SCS).

Emilio Mayoral, un histórico socialista (ex director general de Promoción Educativa, ex alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, ex consejero del Cabildo de Gran Canaria, ex presidente de la Autoridad Portuaria y ex diputado) anunció su retirada y, efectivamente, no fue en ninguna plancha; pero al final fue rescatado para el Gobierno como director general de Transportes.

En el caso de la isla de Tenerife, en el Parlamento ya no veremos al socialista Francisco Hernández Spínola, que empezara su actividad institucional como secretario de la Presidencia con Saavedra, a mitad de los ochenta, en el primer Ejecutivo autonómico canario. Tampoco Lola Padrón, ex alcaldesa de Puerto de la Cruz. Spínola volverá a su tarea como funcionario del Cuerpo Superior de Administradores de la Comunidad Autónoma de Canarias. Y Dolores Padrón a la enseñanza.

El 'acierto' de Soria al cargarse a Bravo de Laguna incrementó en Gran Canaria el descalabro popular y dejó a muchos aspirantes fuera de las instituciones. Quedaron muy lejos de conseguir acta los tránsfugas procedentes de CC y CCN, Antonio Hernández Lobo y Juan Domínguez

Pérez-Camacho

Por parte del PP causa baja voluntaria el polémico e indomable Miguel Cabrera Pérez-Camacho, el impulsor de la ley que prohíbe las corridas de toros en Canarias; el único del PP que ha sido capaz de cantarle a Soria las cuarenta y responsabilizarle –tal vez porque no necesita la política para vivir- del fracaso electoral conservador el pasado 24 de mayo.

Ignacio González (CCN) tampoco estará en la Cámara canaria. Ni en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. El naufragio de su formación, que formó parte de la coalición electoral Unidos por Canarias, le llevó también a abandonar la actividad política y dedicarse exclusivamente a la empresarial; y sitúa al CCN al borde de su desaparición. Su hasta hace poco secretario Federal de Expansión Territorial del CCN, Ángel Cuenca, reapareció estos días apoyando una de las listas de Podemos.

Otro que no logró el ascenso directo al Parlamento fue el sempiterno líder del PNC, el escritor y profesor Juan Manuel García Ramos. Pero la renuncia de la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, le abrió las puertas a la Cámara donde ocupará escaño esta legislatura.

En la Cámara canaria tampoco estarán la palmera Rita Gómez (PSOE) ni Carmen Hern antes de finalizar la legislatura) ado actuacioenes, TE.o, pero finalmente parqce que al ffrente de la msima aTROSECTOR TURández (NC), que abandonó antes de finalizar la legislatura. Dos diputadas esenciales para que saliera adelante la Ley Canaria de Educación. La palmera Rita Gómez dejó la primera línea política y Carmen Hernández es la actual alcaldesa del municipio grancanario de Telde.

Cabildo de Tenerife

En el Cabildo Insular de Tenerife quedó fuera el consejero de Carreteras del mandato 2011-2015, José Luis Delgado, eliminado por el cabeza de lista, Aurelio Abreu.

En el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife pasa a la oposición -gracias a la habilidad del alcalde Bermúdez, que dejó al PSOE en la calle y sin llave- José Ángel Martín, que fuera primer teniente de alcalde y edil de Urbanismo.

Lo mismo le sucedió a otros socialistas: Florentino Guzmán y Marian Franquet; esta última, muy cercana a la vicepresidenta Patricia Hernández, ha dado el salto al Gobierno canario, siendo nombrada directora del Instituto Canario de Igualdad.

En el Parlamento por Tenerife ya no están Francisco Hernández Spínola, Dolores Padrón, Miguel Cabrera Pérez-Camacho o Ignacio González

Las pérdidas del PP son menores, porque poco tenían en la isla. Por el contrario, ganan Puerto de la Cruz (Lope Domingo Alfonso Hernández), por la descarada traición de Sandra Rodríguez (CC) al PSOE, incumpliendo (“no lo sabía”, “nadie me avisó”) los pactos en cascada, y La Victoria (José Fermín Correa Martín).

Además, los populares conservan Güímar (Carmen Luisa Castro Dorta), Los Realejos (Manuel Domínguez González) y Santiago del Teide (Emilio José Navarro Castañedo).

Solo perdieron Arafo, donde toda su plancha se convirtió en una lista independiente, AI Arafo-CCN, encabezada por José Juan Lemes, que obtuvo la mayoría absoluta en las urnas.

CC sin novedad, ganando cuando gana, ganando mediante pactos cuando pierde y jeringando al PSOE cuando le viene en gana, aunque los socialistas le levantaron, en las urnas, Arona. Los de Coalición han ganado en Icod, Arico y San Miguel. Y en La Victoria el alcalde Haroldo Martín, de CC, pasó a la oposición por el inesperado pacto PSOE-PP.

En el CCN, los anteriores alcaldes de Arico y San Miguel se quedaron sin poltrona y ahora son concejales de a pie.

Por último, Sí Se Puede pierde su única alcaldía en Tenerife, la que ostentaba Antonio González Fortes (2011-2015) en Buenavista del Norte, gracias al pacto firmado por PSOE y CC, que colocó al frente de la misma a Eva María García.

En La Gomera, el ciclón Casimiro Curbelo y su ASG cambiaron el panorama político de las Islas. En el Parlamento, al obtener tres de los cuatro escaños en liza, dejando a Julio Cruz inicialmente como único diputado socialista, aunque fue elevado al Senado, tal vez para satisfacer a Casimiro y facilitar el entendimiento con su ex partido. Además, el PP perdió su único escaño, que ostentaba Milagros Bethencourt.

Ángel Luis Castilla (PSOE), tras un largo período en la alcaldía de San Sebastián, también es arrasado por la ASG, confirmando el fenómeno del casimirismo por encima de las siglas socialistas.Similar suerte a la que corrió Elpidio Armas, del PSOE en el Hierro: no aprovechó su pasó por la presidencia del Cabildo en el pasado mandato tras censurar con el PP a Belén Allende (AHI-CC), al contrario de lo que le sucedió a su compañero Anselmo Pestana en la isla de La Palma, que repite como presidente del Cabildo.

Fabián Martín

En el caso de Lanzarote es nutrido el grupo de damnificados por los resultados que arrojaron las urnas. Entre ellos José Torres Stinga, ex presidente nacional de CC y paulinista confeso, que perdió la alcaldía de Haría, que ejerció durante 16 años, tras desligarse de CC, que eligió como candidato a Marci Acuña, ahora alcalde tras su pacto con Somos Lanzarote. Stinga, próximo a la jubilación, volverá previsiblemente a su trabajo en la Inspección Educativa.

Fabián Martín, hasta el 24M integrante del grupo mixto del Parlamento, también es un ilustre derrotado. No consiguió acta en la Cámara canaria en su pacto con Ignacio González, Domingo González Arroyo y Bravo de Laguna, con la formación Unidos por Canarias.

Aunque Fabián Martín consiguió salir electo como edil en el Ayuntamiento de Arrecife, el hundimiento del PIL, que camina hacia su desaparición, le hizo renunciar al acta de concejal y, asimismo, abandonar el partido y la política. Se dedicará plenamente, por tanto, al ejercicio profesional como farmacéutico.

Fernando Figuereo, del PP, diputado autonómico durante varias legislaturas, sufrió las consecuencias del pésimo resultado del partido de Soria. Aunque iba número dos por Lanzarote quedó fuera, siendo Astrid Pérez la única representante popular en el Parlamento de Canarias. Figuereo es letrado en ejercicio.

La que fuera consejera de Servicios Sociales del Gobierno canario en los dos gobiernos de Rivero, Inés Rojas, no estuvo en esta ocasión en ninguna plancha electoral. Ha sido consejera y presidenta del Cabildo de Lanzarote. Empezó en política de la mano de Dimas Martín como concejala en Teguise. Su apuesta por Rivero y Pepe Torres la ha desplazado de las listas. Vuelve a su tarea como enseñante.

En Lanzarote, por unas u otras razones, quedan fuera de las instituciones históricos como Inés Rojas, Manuel Fajardo Palarea, Pepe Torres, Fernando Figuereo, Fabián Martín, Manuel Fajardo Feo, Pedro de Armas o María José Docal

El socialista Carlos Espino también desaparece del primer plano de la escena política. Tras dimitir como secretario general del PSOE en diciembre de 2011 lo colocaron como asesor de José Miguel Pérez en el Gobierno de Canarias, concretamente como responsable de comunicación de la Viceconsejería de Sostenibilidad. En estas últimas elecciones no ha ido en listas. Ha sido consejero del Cabildo, llevando las áreas de Política Territorial, primero, y de Centros Turísticos, después.

Otros políticos conejeros no llegaron siquiera a competir en las recientes elecciones locales y autonómicas, entre ellos Manuel Fajardo Feo (CC), Juan Pedro Hernández (CC), María José Docal (PIL), Manuel Fajardo Palarea o Pedro de Armas (NC).

Mientras que a Ramón Bermúdez (PIL), Rita Martín (NC) y Alejandro Díaz (NC) las urnas les dieron la espalda y no accedieron a las instituciones. Algunos vuelven a su actividad como enseñantes, otros a su plaza de funcionarios y el resto a distintas actividades privadas.

Gobierno

Fuera de la actividad política, además de los mencionados Inés Rojas y Francisco Hernández Spínola, consejeros del anterior Ejecutivo, quedan la ex consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, que volverá a su plaza médica en el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno Infantil, en Gran Canaria. El ex viceconsejero de Presidencia Jorge Rodríguez retorna a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como profesor de Ciencias Económicas y Empresariales.

Y fuera de la primera línea política quedan también la que fuera consejera de Empleo, la socialista Francisca Luengo, así como Domingo Berriel (CC), ex consejero de Obras Públicas, Transporte y Política Territorial.

Javier González Ortiz, ex consejero de Economía y Hacienda, a pesar de aceptar en un primer momento dirigir desde Presidencia las relaciones con Bruselas, se marcha finalmente al sector privado.

Por su parte, Manuela Armas, hasta junio segunda de a bordo en el equipo de Educación que dirigía José Miguel Pérez, cambia de departamento y es ya viceconsejera de Administraciones Públicas.

La elección de Rosa Dávila como consejera de Hacienda del Gobierno de Clavijo, y su previsible renuncia al escaño, hará que entre en el Parlamento un histórico del nacionalismo canario, el presidente del PNC, el profesor y escritor Juan Manuel García Ramos.

Hay que recordar, asimismo, que a estas elecciones de mayo no concurrieron los dos máximos responsables del Gobierno de Canarias de la legislatura 2011-2015: el presidente del Ejecutivo, Paulino Rivero (CC), y el vicepresidente y consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, José Miguel Pérez (PSOE).

Este último volverá a su cátedra de Historia Contemporánea en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y lo compatibilizará con sus responsabilidades en el área de Educación de la Federal socialista. La ubicación de Rivero es aún una incógnita y hasta se ha rumoreado con la posibilidad de que intente presidir el CD Tenerife; lo de regresar a las aulas tras abandonarlas a finales de los setenta parece poco congruente.

Y, para finalizar, una reflexión. Tras estar un tiempo en la política, sea una o cuatro legislaturas, quienes más fácil lo tienen son los funcionarios de los distintos ámbitos que, de forma automática, se incorporan a su antigua plaza. Para otros ciudadanos y ciudadanas implica más riesgo dedicarse plenamente a la actividad política, por el abandono de su profesión, como asalariados o autónomos. Y la consiguiente dificultad para regresar a ella.

Caso más problemático aún es de los que carecen de titulación y de oficio y, especialmente, los que toda su actividad está vinculada a la presencia institucional. De la decisión que adopte su partido, y secundariamente las urnas en el caso de los electos, depende por completo su sustento.

Currículum políticos y olvidos varios: Un fleje de activistas sociales

Pablo Ródenas Utray, profesor de la Universidad de La Laguna, en una conferencia reciente sobre Democracia y Violencia impartida en la Fundación Mapfre, mostraba su agrado y sorpresa cuando uno de los asistentes recordó que habían coincidido en la militancia partidaria en los setenta y ochenta del pasado siglo.

Una sorpresa motivada por la generalizada adulteración de las biografías políticas de muchos de los que se han estrenado recientemente en las instituciones. Circunstancia que también me había llamado poderosamente la atención en los momentos previos a las elecciones autonómicas y locales del 24M.

En efecto, leyendo los currículum de muchos candidatos y candidatas, la mayoría coincidía en un pasado, sobre todo los que sobrepasan los 55 años de edad (que no son pocos y que, en la mayoría de los casos, ha descubierto tardíamente la relevancia de las instituciones), volcado en el “activismo social” en los más variados ámbitos: de la ecología al feminismo, pasando por las organizaciones pacifistas y anti OTAN o los más recientes movimientos antidesahucios.

Casi todos olvidaban (solo he podido contar una excepción) que militaron en distintas formaciones de la izquierda radical de los 70 y 80: Células del PCE, PTE, ORT y, especialmente, el PUCC, más tarde MIRAC-PUCC y, antes de desaparecer, UNI.

De esos orígenes proceden algún parlamentario de Podemos y varios de sus consejeros en los cabildos insulares de Gran Canaria y Tenerife, así como varios integrantes de la candidatura Las Palmas Puede y de otras planchas municipales. Tanto del sector oficialista-pablista como del sector más crítico.

Aunque dos o tres décadas antes personas procedentes de ese espacio político también nutrieron las filas de otras formaciones, fundamentalmente PSOE, CC, IU y la actual Nueva Canarias; y hasta un ex consejero cabildicio del PP tuvo una trayectoria juvenil marxista y nacionalista antes de unirse a las filas populares.

Transversales

Para que no haya dudas ni confusiones, el que esto escribe también estuvo en las batallas contra la involución de los primeros años de la democracia y apoyando los máy entonces l activiusmo socisllecciones autonñde la izquierda y nacionalistas. Ni taparlo con la manta del activiusmo socisls diversos y entonces nacientes movimientos sociales, pero no se me ocurriría negar mi pasado en formaciones partidarias de la izquierda radical y nacionalista de entonces. Ni tratar de taparlo con la manta del activismo social.

Una cosa es pretender ser transversales y otra, bien distinta, ser tan olvidadizos.

Volver

Volver. Como en el tango de Carlos Gardel, no sé si con la frente más o menos marchita. Me refiero, en esta particular ocasión, al regreso al puesto institucional que los afectados habían ocupado con anterioridad. No todo son despedidas, voluntarias o no.

En algunos casos dirigentes políticos que habían sido desplazados por las urnas y pactos en el pasado más o menos reciente han persistido en el empeño. Y lo han hecho con éxito, logrando regresar al anterior puesto de mando.

Es el caso de Domingo González Arroyo, el Marqués de las Dunas, que, con mayoría simple, arrebató la alcaldía del municipio majorero de La Oliva a Claudina Morales (CC), ex presidenta nacional de CC.

Alcalde, senador, diputado

Gonzálezque dirigi MOrales ga trayectoria.riartos en el pasado miones pplsonas Arroyo fue alcalde entre 1979 y 2003, con distintas formaciones conservadoras, y ahora preside el Partido Progresista Majorero; aunque una sentencia de inhabilitación puede acabar con su ya larga trayectoria, que incluye el Parlamento de Canarias y el Senado.

Claudina Morales sonó como posible consejera de Turismo en el equipo de Clavijo, pero finalmente parece que continuará en La Oliva al frente de la oposición al marqués.

También volvió Manuel Báez, en el municipio grancanario de Firgas. Apartado por una moción de censura por Jaime Hernández (Confir-NC) en 2013, regresó tras los comicios del 24M a la alcaldía con los votos de su organización, del PSOE y de Alternativa Municipal de Firgas.

En La Aldea sucede otro tanto. Tomás Pérez (PSOE) fue desalojado de la alcaldía tras las locales de 2011 por un pacto entre distintas fuerzas políticas que dio el bastón de mando a José Miguel Rodríguez (NC). En los recientes comicios de mayo, Pérez regresó con renovadas fuerzas obteniendo la mayoría absoluta.

Y en la isla de La Palma, concretamente en Tazacorte, el veterano Ángel Pablo Rodríguez Martín, alcalde entre los años 1993 y 2011, apartado por un pacto PSOE-PP tras las municipales de 2011, retorna a la alcaldía de la mano de su Unión Bagañeta-CC.

En la misma isla, y en el municipio limítrofe, Los Llanos de Aridane, también regresa Noelía García Leal, censurada por CC y PSOE a mitad del pasado mandato, y que parece poner fin al aplastante dominio durante décadas de CC en el municipio.

Condenado

Y en Fuerteventura hace lo propio Juan José Cazorla Hernández (Alternativa por Antigua) que había sido condenado por cohecho en 2005 a seis años de inhabilitación, año y medio de prisión y multa de más de 250.000 euros por recibir dinero a cambio de acelerar la concesión de licencias de construcción en Caleta de Fuste y Nuevo Horizonte.

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