Análisis
La izquierda del PSOE en Canarias, ante el fin de ciclo político iniciado en 2015
Las elecciones autonómicas celebradas en 2019 y en 2023 reflejaron una disminución clara del espacio situado a la izquierda del PSOE en las Islas, tras unos comicios, los de mayo de 2015, en los que este ámbito consiguió sus mejores resultados, productos de una gran ola estatal y de un momento sociopolitico extraordinario. Parece muy claro que, en el Estado y en Canarias, ya quedó cerrado el ciclo iniciado con las elecciones europeas de 2014, con la espectacular irrupción de Podemos en las mismas; y su posterior y relevante presencia en las Cortes generales y en el Parlamento de Canarias, así como en algunos, pocos, de sus cabildos y ayuntamientos. Con una paralela y estable representación de Nueva Canarias, aunque esta última con mucho más peso en los ayuntamientos y presidiendo el Cabildo Insular de Gran Canaria desde 2015.
Un apoyo ciudadano a la izquierda del PSOE que vivió su máximo esplendor en los comicios autonómicos de 2015. Podemos logró entonces más de 133.000 papeletas (14,53% de los votos y siete escaños), por delante de Nueva Canarias (93.634 y 5 actas) y de Izquierda Unida, cuyos 20.000 sufragios (2,2%) no se tradujeron en presencia en la Cámara canaria.
El conjunto de ese espacio alcanzó entonces un total de 246.685 papeletas, el 26,97% y 12 escaños, en unos comicios en los que los partidos más votados fueron PSOE (19,86% y 15 escaños), PP (18,59%;12 escaños) y CC (18,19%;18 escaños).
Cuatro años después, en 2019, la formación morada sufrió una caída de casi seis puntos porcentuales, perdiendo 55.000 votos con relación a los anteriores comicios y reduciendo su representación a cuatro diputados y diputadas. Superada, además, por Nueva Canarias, que obtuvo cinco. Pero sus actas fueron muy relevantes: contribuyeron a la construcción del Pacto de Progreso y en su Gobierno la formación dirigió la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud.
Contenido social
Formar parte del Ejecutivo y estar al frente de un departamento de gran contenido social no le sirvió para mantener sus apoyos en las urnas. La crisis del partido en el ámbito estatal, unida a la presentación de una candidatura directamente competidora en su mismo espacio, Drago Canarias, liderada por uno de sus antiguos dirigentes, Alberto Rodríguez, dejaron a Podemos fuera del Parlamento.
En las elecciones de mayo de 2023, Podemos obtuvo 35.777 papeletas (3,92%), siete mil más que Drago (3,17%) y muy lejos de la posibilidad de pelear por un escaño. De haber ido juntos podrían haber aspirado, con probabilidades muy altas, a obtener un acta por Gran Canaria y otra por Tenerife.
Una situación de mayor estabilidad presenta Nueva Canarias. Aunque ha reducido su número de papeletas lo ha hecho de forma mucho menos brusca que Podemos. Evolucionando del 10,24% de 2015 al 8,07% de 2023; y manteniendo las cinco actas, por una mejor distribución territorial de los apoyos.
Hay que puntualizar que las de 2015 y 2019 eran actas más teóricas que reales. Por un lado, porque la que obtuvo en 2015 en Lanzarote era de Gladys Acuña y de su formación local de Yaiza; además de que la cuarta acta conseguida en Gran Canaria en esos comicios lo fue a consecuencia de que la ley electoral de entonces dejó fuera a Ciudadanos al no alcanzar el 6% autonómico. Por otro, tampoco era propiamente de NC el acta de 2019 por Fuerteventura, lograda en alianza con Asambleas Municipales, con Sandra Domínguez, que dejaría el grupo de NC en enero de 2021, antes de cumplirse la mitad de la legislatura.
Ahora los cinco escaños son puramente de NC-bc, pero con el hándicap de que su entonces presidente, Román Rodríguez, no pudo repetir su presencia por la lista autonómica; y con la ventaja de que, por primera vez, cuenta con presencia parlamentaria por las tres islas orientales.
Espacio de izquierdas
Pese a los avatares políticos. Pese a una coyuntura de avance de las derechas en Europa, el Estado y Canarias. Pese a la crisis de las izquierdas en el ámbito estatal, con dos alternativas partidarias duramente enfrentadas en el periodo reciente. Pese a todo ello, hay un espacio a la izquierda del PSOE en Canarias que representa a una parte de la población y que resulta imprescindible para la alternancia entre los bloques de izquierdas y de derechas en Canarias.
Si en las elecciones autonómicas de 2027 se diera la circunstancia de que este espacio dispusiera de tres, como en 2023, o más ofertas electorales, este se verá representado, en el mejor de los casos, en parecidas cifras a las de 2023 en número reparto de escaños y, con toda seguridad, por debajo de los datos de 2019. Lo que garantiza la continuidad del actual Gobierno de CC y PP. Pero puede ser aún peor. Puede ser más reducido, dos o tres actas. Casi simbólico.
Cabe, en todo caso, plantearse numerosas preguntas sobre el futuro de ese ámbito sociopolítico. ¿Cuánto mantendrá NC-bc de su actual espacio político-electoral? ¿Terminarán sus escindidos, como cada vez parece más claro, insertados en el regionalismo conservador, reduciendo, por poco que sea, el ámbito progresista? ¿Si Se Puede volverá a ser un proyecto plenamente autónomo y nítidamente canarista tras su etapa de alianza con Podemos? ¿Sobrevivirá la formación morada a su actual crisis? ¿Qué papel jugará Izquierda Unida? ¿Drago se abrirá a entendimientos con otras fuerzas de la izquierda canaria o continuará su aventura en solitario?
En cualquier caso, parece claro el fin del ciclo político iniciado en las autonómicas de 2015, con la eclosión de Podemos. Nos encontramos en un proceso que obliga a la reflexión y a la articulación de ese espacio en una etapa de resistencia frente al avance global y local de la extrema derecha y los riesgos de involución democrática. Aunque observando los medios de comunicación y las redes sociales, y los enfrentamientos internos, da la impresión de que las preocupaciones de algunos de sus actores son, lamentablemente, bien distintas.
Aunque también se están produciendo iniciales movimientos tendentes a la búsqueda de la unidad de acción, programática y electoral.
Elecciones generales, primer reto
Ese plural espacio de las izquierdas canarias obtuvo en las elecciones generales de julio de 2023 el 15% y más de 153.500 votos. Es decir, 37.000 más que el regionalismo conservador de Coalición Canaria (11,37%). Ambos sacaron un escaño, el progresista correspondiente a Sumar por la circunscripción de Las Palmas, lista que encabezaba Noemi Santana (Podemos).
El acta de CC fue para Cristina Valido por las islas occidentales, con el 16,75%. En unas elecciones condicionadas fuertemente por la no presentación de Vox en esa circunscripción. Lo que benefició directamente al PP (35,35% de los sufragios frente al 25,85% en Las Palmas, diez puntos porcentuales de diferencia cuando los resultados fueron casi idénticos, en torno al 20%, en 2019) y a CC.
Pero ahora, la concurrencia a los comicios de una extrema derecha al alza en el conjunto del Estado modificará, sin duda, el reparto de papeletas en el ámbito de las derechas. Ni el PP repetirá sus tres escaños en Santa Cruz de Tenerife ni CC tiene plenamente garantizado el suyo.
En Las Palmas, Sumar sacó su acta con 53.992 sufragios (10,24%) y NC quedó sin representación (42.422; 8,05%). En Santa Cruz de Tenerife, Sumar, con 53.330 (10,88%) quedó a solo unas 1.500 papeletas del escaño.
En el caso de las izquierdas, una confluencia de amplio espectro en las Islas las situaría en la horquilla 1-2 escaños. Y, por el contrario, si concurren por separado, las opciones de obtener representación en el Congreso son prácticamente nulas.
El pasado (UPC-AC, AC-INC, ICU, ICAN…)
En las primeras elecciones autonómicas, las del año 1983, ese ámbito se vio representado en el Parlamento de Canarias por UPC-AC (8,25%; 46.945 votos y dos escaños), PCC-PCE (24.917; 4,38% y un acta) y AM (5.551; 0,97% y tres actas). Globalmente, por tanto, 77.413 votos, por encima del 13%, y consiguiendo seis diputados.
Cuatro años después, en los comicios del 87, AC-INC alcanzó los 46.229 sufragios (6,91% y dos diputados), ICU 40.837 (6,10% y dos) y AM 5.423 (0,81% y tres). Conjuntamente, casi 92.500 sufragios y el 13,84%.
En 1991 Iniciativa Canaria (ICAN) aglutinaría a la inmensa mayoría de las fuerzas de ese espacio (ACN, ICU y UNI) consiguiendo 85.015 papeletas (12,32% y cinco actas), por delante de AM (4.906; 0,71% y dos diputados). Posteriormente, estas dos organizaciones conformaron, con otras fuerzas políticas, Coalición Canaria, formando parte de su primer Gobierno (1993-1995).
No hubo representación autónoma a la izquierda del PSOE en las elecciones de 1995, 1999, 2003 y 2007, en esta última ocasión al no alcanzar NC la barrera del 6% que exigía el sistema electoral canario vigente entonces; se quedó en el 5,43%, con más de 50.700 sufragios. Años antes, en 1995, IUC, con el 5,10% de las papeletas y 40.553 votos, también quedó fuera de la Cámara canaria.
Regreso al Parlamento
La izquierda del PSOE regresaría al Parlamento de Canarias veinte años después del nacimiento de ICAN. En las autonómicas de mayo de 2011, NC (9,08% y tres escaños, aunque solo dos eran de la organización canarista), Alternativa Ciudadana Sí Se Puede (2,04% y cero actas) e Izquierda Unida Canaria (0,72% y sin obtener tampoco representación) sumarían cerca del 12% para ese espacio de las izquierdas, con un total de 107.864 votos.
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