En Gran Canaria, la familia Martín, Adán, Pilar y Dulce, están rozando el peligro. El nepotismo (dicho a lo bestia) o esa endogamia política tan llamativa en el actual Gobierno canario (no olviden la saga de los Soria), está causando estragos, y hasta amenaza con perjudicar seriamente la gobernanza. La última ha sido consecuencia del empeño de Parejo por los siete Saturnos, y su pulso continuo -del que les hemos mantenido informados- con el consejero de Turismo fijo discontinuo, José Juan Herrera. Pero antes de Saturno fue Hecansa, y a la vez que Hecansa, fue Socaem. Un lector nos llegó a escribir que nos pusiéramos a imaginar qué pasaría en Venezuela si a Chávez se le ocurre nombrar ministra o subsecretaria a su mujer y a su cuñada, respectivamente. Es que Adán Martín no las ha nombrado gerentes de alguna empresa pública, sino que las ha puesto de viceconsejeras plenipotenciarias.