La verdad es que no acertamos a comprender con exactitud los motivos por los que ha alcanzado rango de gran escándalo la descabellada denuncia que ha presentado un falso ingeniero contra su ex esposa, la secretaria general técnica de Economía y Hacienda, Cristina de León. El tal Martínez, que tiene en su poder una orden de alejamiento que le impide acercarse a menos de 500 metros de su ex esposa, la mentada De León, ha conseguido que algún medio informativo sitúe en el candelero una denuncia sobre presunta corrupción en la consejería de Mauricio, que ha tenido que salir a la palestra a defender la decencia de su subordinada. Puede que el periódico esté estrenando equipo de investigación y todavía necesite un poco de rodaje, y hasta puede que reciba un requerimiento notarial o una medida cautelar para que recoja velas una vez quede demostrado que una denuncia sin fundamento no es para tanto. O quizás sea que como una coló pueda creerse que todas han de correr igual suerte.