Paquita Luengo no tiene mucha experiencia política, pero este jueves se le vio encendida. Tiene de vez en cuando sus más y sus menos con la consejera insular de Asuntos Sociales, Saluqui Gil, a la que acorrala cuando puede y de la que también recibe sus cachetones políticos, que de todo hay. Pero en este pleno más bien nos inclinamos a pensar que la Luengo ganó por KO técnico al sacar dos certificados, uno de la Federación de Mayores (Femac) y otro de la de municipios (Fecam), que acreditaban que la consejera Gil no les había citado a reunión alguna en la que se debatiera el acceso de mayores a centros especializados. Saluqui tragó saliva, se envainó por una vez su afán de ganar siempre, y prometió demostrar que la mentirosa no era ella. Pero no sabemos de quién podrá ser ahora, la verdad.