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No nos quejamos de las decisiones, que son responsabilidad de quienes las pueden tomar. Nos quejamos de las formas, que parecen ser la gran debilidad del nuevo consejo de administración de la UD Las Palmas. No vamos a sacar el memorial de cosas feas que han pasado, desde su propia génesis a sus boletines oficiales angulianos. Sólo nos detendremos en esta ocasión en las decisiones que afectan a personas. Por ejemplo, a la persona de Germán Dévora, un histórico, que este viernes fue despedido por la nueva UD. Insistimos, si no encaja en el nuevo organigrama, no encaja. Pero de ahí a que su nombre haya estado en el alero durante tantos días no es bueno para su reputación, lo que ya le había conducido a la decisión de marcharse aunque no lo despidieran. Mal asunto. Pero peor es que para tan delicada tarea, la de redactar su carta de despido, hayan elegido a una persona que no es de la confianza del nuevo consejo y sí amigo y defensor de la labor de Germán, Sabino López. Feo, feo. Si la siguiente carta es la de Sabino, ¿quién la redactará? ¿Aparicio o Galiana?