La agenda del presidente del Gobierno de Canarias para ese día no era precisamente tan apretada como para obligar a movilizar un medio de transporte tan costoso y saltarse el siempre popular y económico vuelo regular de Binter, o en caso de desajuste horario, poner de acuerdo a los servicios de Presidencia con los responsables del periódico mensual Diario de El Hierro, a cuya puesta de largo en papel fue el presidente hasta allá. En cualquier caso, hay que felicitarse porque los herreños hayan podido dar por recuperadas sus evacuaciones sanitarias en helicóptero, quizás gracias al presidente, que encontró uno que funcionaba.