Creíamos que no era posible, pero todavía ocurren cosas muy llamativas después de tantos años de democracia. Les acercamos algunos ejemplos para que compartan nuestra precupación. La semana pasada, un descerebrado articulista que escribe en La Razón, (ver la edición del martes 23) y firma Dalmacio Negro, publicó un artículo titulado ¿Es imprescindible el Psoe?. El tal Negro llega a decir, y no lo sacamos de contexto, lo que sigue: “Así que, por lo pronto, la desaparición del Partido Socialista de la primera fila de la escena no sería algo negativo”. Negro, muy negro es el valor democrático de la opinión de don Negro. Pero en Canarias no nos quedamos atrás: En uno de sus poco, muy poco leídos articulos -la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero- el director de Canarias7 llega a decir que el PSOE no llegará a gobernar porque da la impresion de que quedan tres amiguetes. En Inglaterra, el ex ministro de Asuntos Exteriores, Robin Cook, publicaba la semana que terminó un articulo en The Independent que termina así: “Nuestro sistema constitucional debe aprender una lección importante de toda esta debacle [asunto Irak]. Necesitamos volver urgentemente a un Gobierno más colegiado, con el Gabinete y el Parlamento ofreciendo un verdadero control y equilibrio a las preocupaciones del primer ministro”. ¿Por qué tenemos una democracia así y no como la de los ingleses?¿Es acaso lo que nos merecemos? Ya que Aznar no da explicaciones de por qué no fue a la mili, -dicen que por estrecho de pecho, ¿y el pádel?- ¿va a explicar por qué quiso la guerra de Irak, sólo explicarlo?