Anda todo el mundo en Tenerife averiguando el nombre del lotero del afortunado alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, agraciado varias veces (al menos de una existe constancia) en los juegos de azar. Eso es lo que se desprende de su testimonio para justificar su patrimonio, que aún no se ha terminado de calcular, según se ha publicado en diversos periódicos de la región. Sí se recuerda que en unas de las pasadas navidades, quizás por el año 2001, el alcalde invitó a varias personas del Ayuntamiento a tomar algo en uno de los bares frente al Consistorio para celebrar uno de los premios obtenidos en un sorteo de las Loterías del Estado. Se habló de varios millones, pero ya se sabe cómo son de puñeteras las leyendas urbanas.