El pobre Amorós no sale de una para meterse en otra, y eso que está quieto como un poste de teléfonos. Ya le afectó el informe de la Audiencia de Cuentas, pero ya se sabe que en las resoluciones de ese organismo hay de todo, como en botica, y el personal se los cree o no después de preguntar quién fue el ponente. No decimos que éste sea el caso, pero, en fin. Sí son ciertas las investigaciones policiales de las que habla Canarias7, y las publicamos aquí hace unos dos años, pero en relación con el entonces alcalde de Mogán, Antonio Santana, y algunos concejales, por haber permitido ciertas operaciones urbanísticas a determinados señores que la policía vinculó familiarmente con los calabreses. Pero ¿y Amorós? Pues el hilo que les llevó a Amorós fue, ni más ni menos, que su participación en una empresa que aparece en una larga relación de sociedades con un 1%. Eso y el afán de algunos de poner una pistola en la sien, al más puro estilo calabrés, al presidente Adán Martín y a su hombre de confianza, Miguel Becerra. Ya les contaremos.