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La Playa de Vallehermoso y sus cañones de leyenda

Resto de los cañones de Vallehermoso junto al pescante

Andrés Raya Ramos (*)

Vallehermoso —

La referencia sobre los cañones de “La Playa” de Vallehermoso, se ha compartido y escuchado de generación en generación y de boca en boca entre los vecinos. En este proceso de socialización, influencias personales y construcción de realidades sociales, lo escuchado y la imaginación son vehículos que transportan a cómo era La Playa “en los tiempos de antes”, actividades y sucesos que allí han acontecido.

La leyenda transmitida por la tradición verbal cuenta del naufragio de un barco llamado “La Mosca” que se hundió en “La Playa”, para unos por causas de un temporal, para otros, por causas de un combate naval; esto ocurrió mucho tiempo atrás a la época en que funcionaban los pescantes y los barcos llegaban para embarcar o desembarcar personas y mercancías.

Sea como fuere, el hundimiento del supuesto barco -una realidad tangible de tal acontecimiento- se pudo observar durante años en el cañón de hierro incrustado en el muro de hormigón del rompeolas existente en La Playa. Posiblemente, la presencia de ese artefacto y la observación de otros cañones en el fondo marino, avivaron la leyenda y las especulaciones e imaginario social, procesos en los que se construyen, transmiten y comparten ideas entre los vecinos de una comunidad.

Desgraciadamente, la fuerza del oleaje destruyó el citado rompeolas, al igual que todas las edificaciones del lugar que desaparecieron arrastradas por el mar. A finales de la década de los ochenta, La Playa estaba muy transformada e irreconocible respecto a tiempos pasados. Muy probablemente, para producirse esta realidad, influyó la subida y el estado del mar y su fuerte impacto en la costa, causada por la brutal e irracional extracción de materiales áridos del “vaso de la playa”, para su utilización, en la década de los setenta, en la construcción del muro de la Presa de La Encantadora.

Respecto a la leyenda del barco La Mosca, la transmisión oral hace referencia a que en la bahía de La Playa de Vallehermoso entraron dos barcos combatiendo y tirándose cañonazos; uno de los barcos tenía cañones de hierro y el otro estaba dotado de cañones de bronce, y ambos barcos se hundieron mutuamente; de ahí, la presencia de ambos tipos de cañones en la zona. Una variante transmite que “La Mosca”, buscando refugio de las influencias de un temporal, al entrar en la bahía, chocó con los riscos y naufragó en La Playa, y que el nombre del barco apareció escrito en una tabla. Otra versión, publicada en la revista Eseken nº 4 (1998), entre otros aspectos, menciona que el barco La Mosca huye de piratas, que naufraga, que entre los restos del naufragio había una tabla que ponía el nombre del barco, que algunos vecinos de Tamargada son descendientes de los marineros del citado barco; asimismo, reseña que algunos dicen que el barco encalló en La Playa de La Sepultura y que luego los cañones fueron arrastrados por la marea hacia La Playa de Vallehermoso.

Una de las cuestiones que puede plantearse respecto a estos supuestos hechos, es precisamente, que grado de fiabilidad puede ofrecer una leyenda respecto a los acontecimientos históricos. A este respecto, el propio significado del término “leyenda”, en el diccionario de la RAE de la lengua (versión en Internet) entre otros significados, contempla: “4. Relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos”. De esta forma, el propio diccionario de la lengua española recoge la posibilidad de que la leyenda conlleve el hecho histórico, por lo tanto, leyenda e historia van de la mano.

Hasta aquí hemos reseñado algunos aspectos subjetivos de la leyenda construida y transmitida por la tradición oral, e implantada en la memoria histórica de los vecinos a través de la socialización. Intencionadamente, he nominado en plural, porque, aunque me haya tocado a mí escribir este texto, considero que el contenido de la historia procede de la construcción social realizada por muchas personas; aunque, dicho lo anterior, bien es cierto que, cada persona, puede a nivel individual realizar las interpretaciones que sea capaz de hacer y que quiera transmitir, siempre en el marco de la responsabilidad del sujeto, el autor.

Para la redacción de otro texto, dejo la descripción de otros datos que pueden aportar conocimiento a los supuestos hechos históricos, lo acontecido en La Playa y la extracción de los cañones. Agradezco a Cecilia Mora, por su amabilidad al traspasarme las valiosas fotos insertadas junto a este texto.

(*) Licenciado en Sociología

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