¿Para qué la poesía?

Una lúcida Simone de Beauvoir escribió en 1944 el breve ensayo Pyrrus et Cinéas (en español ¿Para qué la acción?), que empieza así: “Plutarco cuenta que un día Pirro hacía proyectos de conquista: 'Primero vamos a someter a Grecia', decía. '¿Y después?', le pregunta Cineas, 'Ganaremos África'. '¿Y después de África?', 'Pasaremos al Asia, conquistaremos Asia Menor, Arabia'. '¿Y después?', 'Iremos hasta las Indias'. '¿Y después de las Indias?'. '¡Ah!', dice Pirro, 'descansaré'. '¿Por qué no descansar entonces inmediatamente?', le dice Cineas”.

Si no se termina nunca y siempre queremos más, ¿para qué comenzar? A pesar de esto, y comprendiendo el absurdo de todo proyecto humano –a la par hambriento y limitado–, sabemos que hay que elegir, y casi siempre optamos por la acción, por la vida. Algo parecido le ocurrió a Anne Sexton, que lo tuvo todo: reconocimiento, fama, premios (el Pulitzer, nada menos), facilidades económicas para dedicarse a la escritura, cuatro honoris causa... Y aun así, deseaba más y envidió incluso la muerte de su amiga Sylvia Plath. En Vive o muere (1966) pone en blanco sobre negro esa tensión fundamental que la configuró, y su voluntad la lleva a optar por la vida. Pero ocho años más tarde ni su terapia poética logra salvarla y ella misma pone punto y final a sus días.

Este mes de abril se publica por primera vez en España su legado, las obras completas de Anne Sexton, casi mil páginas traducidas y estudiadas por José Luis Reina Palazón y editadas en un solo volumen por Linteo Poesía. Disfrutémoslas... ¿y después?