Otro Plan Estratégico para Navantia: la enésima reinvención del astillero gaditano

“Si este Astillero no está cerrado es por la lucha obrera”. Es la reflexión de Manolo, un trabajador veterano cuando ve que se pone en marcha un nuevo Plan Estratégico en Navantia que contempla 125 incorporaciones entre San Fernando y Puerto Real. Quedará así desbloqueado el plan de empleo correspondiente al año 2019.

“Este Plan persigue optimizar la plantilla rejuveneciéndola con perfiles que potencien la ingeniería, la gestión de programas y la digitalización a la vez que se amortizan puestos no productivos o en áreas que pueden ser subcontratadas en función de la carga de trabajo”, ensalza la empresa. Se prevé la salida anticipada de 2.207 personas y la incorporación paulatina de 1.658 en el período 2019-2022, según el acuerdo alcanzado con los sindicatos. En esa cifra de entradas se incluyen los 125 anunciadas para las factorías gaditanas.

Las salidas se producirán por cumplimiento de edad. Al cumplir los 61 años van pasando al ERE y esto se repetirá hasta el 31 de diciembre de 2022.

Los que ven la botella media llena destacan la importancia de reactivar el sector en un momento laboral tan débil. Pero también hay trabajadores que valoran negativamente la medida porque en la reconversión se pierden puestos de trabajo que, posiblemente, nunca volverán. Fuentes de los comités aseguran que las incorporaciones se harán dentro de las condiciones del convenio vigente para toda la plantilla, es decir, que no entrarán con peores sueldos ni condiciones.

Las dudas del Comité de Empresa

En el caso de la Bahía, se ha llegado a un acuerdo para la incorporación de trabajadores no titulados en los centros de San Fernando y Puerto Real. Entrarán cerca de 100 operarios y personal de oficina en el centro de trabajo de San Fernando para los negocios de sistemas, reparaciones y el propio astillero; en Puerto Real serán 25 las incorporaciones a realizar de estos perfiles. En junio se publicarán las plazas, en julio y agosto se realizará el proceso de selección y en septiembre se prevé la incorporación.

El proceso de selección del nuevo personal realizado por Navantia fue duramente criticado por el Comité de San Fernando. Lo calificaron de “oscuro, poco fiable y corrupto”. El Comité de Empresa de Puerto Real no las tiene todas consigo. Así lo expresa su presidenta, Margarita Forné, a este medio: “En octubre se entrega el último encargo en Puerto Real y se irán a la calle 1.000 trabajadores y trabajadoras de la Industria Auxiliar. Aún no se ha cumplido lo firmado en el Plan Industrial para Puerto Real y prevé un 2021 sin ninguna carga de trabajo”.

En busca de los compromisos acordados

El pasado mes de noviembre el Comité de Empresa de Navantia de Puerto Real se manifestó para exigir a la empresa que cumpliera los compromisos acordados en su Plan Estratégico. La empresa asegura que estas contrataciones “corresponden al plan de empleo de 2019, que se sumarían a la de los trabajadores titulados que fueron contratados a lo largo del año pasado y principios de éste”. Desde el comité se venía reclamando a Navantia que no puede limitarse al negocio off-shore y debe aspirar a seguir construyendo barcos.

“Es de destacar que es la primera vez en la historia de las reconversiones del sector naval en que la reestructuración no se produce sólo con salidas de personal, sino que además incluye la incorporación de jóvenes a la plantilla”, subraya la empresa. No piensan igual algunos trabajadores de las factorías gaditanas. “En otras ocasiones entraba un porcentaje de trabajadores, unos con contrato fijo y otros con contrato temporal. Han abusado del desgaste de las personas, ya que llevamos muchos años de huelgas y de movidas”, afirma un trabajador que prefiere quedar en el anonimato.

Una historia de reconversiones

Porque desde mediados de los años 80 las reconversiones se han ido sucediendo en unos astilleros que han tenido que lanzarse a la calle en muchas ocasiones para mantener los puestos de trabajo. La actividad ha ido bajando de una manera preocupante en diferentes momentos de las últimas décadas y la lucha obrera ha acompañado siempre a un sector en una Bahía muy castigada laboralmente.

La crisis del petróleo empezó a hacer mella a mediados de los años 70. Ya se hablaba de una gran reconversión en el sector y en 1977 tuvo lugar una gran manifestación de trabajadores en defensa de los puestos de trabajo con 100.000 personas por las calles de Cádiz. Pero lo peor estaba por venir.

La entrada de España en la Comunidad Económica Europea supuso un duro golpe en el sector naval. El PSOE defendía una reconversión que supuso la pérdida de puestos de trabajo, una constante desde entonces. En 1985 el número de empleados en Puerto Real era de 3.408. En 10 años bajó a 1.812 y en 2005 la cifra estaba ya en 615 personas. Muchas de las salidas fueron a través de prejubilaciones y bajas incentivadas.

Los sindicatos se resistían a una sangría que consideraban evitable y en 1987 Puerto Real llegó a estar sitiado por la policía en unos episodios de enfrentamientos que vivieron también momentos muy llamativos en el Puente Carranza, campo de batalla de unos trabajadores que todavía hoy quieren seguir compitiendo con la mano de obra barata de los países asiáticos.

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