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El plan de contingencia hospitalaria de la Junta de Andalucía “no tiene personal que lo soporte”

“Son matemáticas. Siguen entrando pacientes Covid, se ponen más camas, pero el personal es el mismo”. Así resume el delegado del Sindicato Médico de Sevilla (SMS), José del Valle, las “serias dudas” que tiene sobre el nuevo plan de contingencia activado por la Junta de Andalucía para acomodar a 4.500 hospitalizaciones por coronavirus de cara a la segunda ola en la que estamos inmersos.

Primero se puso en marcha el Plan 3000 y la situación “ya estaba apretada”, comenta Del Valle. La curva de contagios por Covid-19 continuó su escalada en Andalucía con cuatro jornadas consecutivas en las que los casos positivos superaron la barrera de los 5.000. La presión hospitalaria también iba en aumento. El martes se registró la cifra más alta de ingresos por coronavirus, con 2.936, desde el inicio de la pandemia. Así, el Gobierno andaluz se ha apresurado en activar un dispositivo de contingencia conocido como Plan 4500.

Infraestructuras y recursos

El documento, presentado por la Consejería de Salud, recoge la implementación de los recursos asistenciales adicionales por provincias de alcanzarse la cifra de 4.500 ingresados por Covid-19 en Andalucía. El dispositivo cuenta la instalación de camas en distintos hospitales así como el uso de los recursos de la sanidad privada. Se propone la habilitación residencias, albergues y hoteles como espacios alternativos para aliviar la presión hospitalaria. También se baraja como “último recurso” albergar a pacientes interprovinciales.

La estancia media de un paciente de Covid-19, “si todo sale bien”, en un hospital es de 7 a 10 días. El periodo se aumenta a un mes si se interna en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Por ello, el Gobierno andaluz pretende aumentar el número de camas disponibles en todo su territorio ante la expansión de la pandemia. De 12.379 camas convencionales y 1.245 camas en las UCI disponibles, se pasarían a 15.275 y 2.070, respectivamente. Fuentes de la Consejería de Salud explican que el Plan 4500 es “sólo de infraestructuras y recursos”. Es decir, prevé la habilitación de espacios para incrementar la capacidad hospitalaria de camas, pero no ofrece detalles de cuántos profesionales sanitarios son necesarios para poner en marcha el plan. O cumplirlo. “Pueden poner camas, pero ¿quién va atender a esos pacientes?”, se pregunta Del Valle.

Desde Salud remarcan que existe un refuerzo permanente de las plantillas con motivo de la crisis sanitaria. “Constantemente se reevalúan las necesidades y se producen las contrataciones en función de las mismas”, dicen. Según datos de la Consejería, las contrataciones efectuadas en septiembre fueron de 6.358 mientras que en octubre ascendieron a 9.625. La previsión de noviembre se fija en 13.487. “Siempre hablan de totales e incluyen a todas las categorías” (desde celadores, conductores, enfermeros...etc), remarca Del Valle. El delegado del SMS también recuerda que el Plan de Alta frecuentación Otoño-Invierno 2020-2021 que anunció la Junta es “algo muy antiguo que se realiza todos los años con la llegada de la gripe”.

La oferta del Sistema Andaluz de Salud (SAS) de finales de septiembre auguró una contratación de 170 facultativos especialistas en “áreas de mayor presión asistencial” entre las que se encuentran Medicina Intensiva, Medicina Interna o Microbiología. También se ofertaron 3.262 contratos para personal de enfermería, 238 médicos de familia de Atención Primaria y 104 médicos de familia en Servicios de Cuidados Críticos y Urgencias y Centros de Transfusión Sanguínea, entre otros. “A ver si hay suerte y los encuentran. Y les ofrecen contratos decentes”, remacha Del Valle. Este internista del Hospital de Osuna recuerda “la fuga de la batas blancas” debido a las condiciones precarias de los sanitarios andaluces. “Ahora se están viendo las consecuencias de ese maltrato”, dice. Por ello no cree que el plan de la Junta cuente con “el personal sanitario necesario” para soportarlo.

Un SAS distinto

El Plan 4500 contempla “un cese de la actividad asistencial normal”, como ha explicado Aguirre en sede parlamentaria, lo que supone un cambio en el servicio de los centros sanitarios. Las listas de espera serán más largas, habrá cancelación de citas, la sobrecarga de la Atención Primaria se intensifica y se paralizan las actividades quirúrgicas que no sean de urgencia. Así, se mantienen las revisiones oncológicas, las primeras visitas y pruebas de primer diagnostico de patologías potencialmente graves y del seguimiento del embarazo. Todos los esfuerzos se destinan a la atención de la Covid-19.

“Hay especialistas que están atendiendo a pacientes Covid que no son de respiratorio ni de enfermedades infeccionas”, afirma Eugenio López, delegado de CC.OO. en el Hospital de Virgen del Rocío (Sevilla). El traslado de facultativos, sobre todo a los quirúrgicos debido a la suspensión de las cirugías no urgentes, a plantas hospitalarias destinadas al Covid lleva semanas produciéndose. “Ahora mismo la situación para todos los profesionales es crítica. No se puede mantener una asistencia óptima”, dice Del Valle. Su compañero, Rafael Ojeda explica que “no se puede sacar a un médico de cualquier sitio” para asistir a pacientes con coronavirus.

Ojeda es el presidente del Sindicato Médico de Sevilla y no ve “factible a corto plazo” la implementación del plan diseñado por la Junta de Andalucía. En particular, “no es viable” en las UCI donde el Plan 4500 contempla un aumento de camas de casi el doble. “En una UCI no basta con cualquier profesional. Se necesita una preparación. ¿De dónde se saca el doble de personal?”.

Además del “desborde” de los centros hospitalarios, Ojeda apunta a problemas con la financiación. “La segunda parte del pago del complemento al rendimiento profesional (CRP) se ha calculado al 75% y no al 100% porque no hay dinero”, explica. “¿Dónde están los fondos Covid que venían meses prometiendo?”, se pregunta De Valle. Y se responde: “No hay dinero”.

Así, la falta de personal y de recursos económicos añade incertidumbre al Plan 4.500. “¿Cómo quiere quitar las listas de espera con el mismo personal? ¿Cómo va a poner a trabajar al 150% los hospitales si no contrata personal? ¿Y dónde lo va a encontrar si les paga una miseria y les obliga a trabajar en unas condiciones paupérrimas?”, ha preguntado en sede parlamentaria la diputada de Vox, María José Piñero, al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre.

“Sobrepasados”

La situación preocupa. Han vuelto las imágenes de la primavera. Los hospitales granadinos están, de nuevo, desbordados ante el incremento de casos positivos por coronavirus. En el Hospital Virgen de Las Nieves faltan 14 médicos en urgencias y se necesitan 80 enfermeras, según fuentes sanitarias. En este complejo hospitalario todas las plantas están destinadas a pacientes Covid. “Van a poner camas en todos los sitios en los que haya hueco”, incluida la capilla.

El Hospital Clínico de San Cecilio, también en la capital nazarí, está incluido en los planes de la Junta de Andalucía como recurso de asistencia adicional. En este centro hospitalario ya son cinco las plantas destinadas a albergar a pacientes con coronavirus mientras que la situación en el Hospital Virgen del Rocío no dista mucho. Cuenta con seis de sus ocho plantas hospitalarias ya acondicionadas como “plantas Covid”. En el complejo hospitalario sevillano los sindicatos CCOO, SAE, USO y UGT han convocado este jueves una concentración para reclamar “la defensa de una sanidad pública de calidad” a través de una política de contratación adecuada a “sus necesidades asistenciales reales”.

La sensación entre los sanitarios es de extenuación. Muchos son los médicos y médicas que aseguran llegar mejor preparados, pero más agotados. “El personal está sobrepasado”, recuerda Ojeda. Desde el Sindicato Médico de Sevilla explican que el problema de la saturación de los hospitales se produce porque “los contagios no paran”. Del Valle insiste en la concienciación de la ciudadanía y espera, aunque las consecuencias sean “duras” para la economía, que las autoridades endurezcan las medidas preventivas. “No podemos seguir a este ritmo. Las medidas no están bajando los contagios”, dice este internista. Y termina: “Yo sé lo que hace el bicho. Mata”.