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Yolanda Díaz, en su primer mitin con Por Andalucía: “Estoy dispuesta a dar un paso para ganar España”

Daniel Cela

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Y al noveno día, Yolanda Díaz entró en la campaña electoral de Andalucía y lo hizo levantando la voz muy por encima del tono suave que se le conoce para espolear el voto progresista. Hacía falta, ha dicho, despertar a la izquierda andaluza a gritos y tensionar una campaña que parece dormida y a un espacio social “resignado” a un segundo Gobierno del PP que pronostican todas las encuestas.

El arreón que le ha dado Yolanda Díaz a la campaña de Inma Nieto, candidata de Por Andalucía, puso en pie a las más de 2.500 personas que asistieron al mitin en el anfiteatro de La Axerquía de Córdoba, cuna del movimiento político social de Julio Anguita [Izquierda Unida Iniciativa por Andalucía], a gritos de “presidenta, presidenta”.

Y la respuesta de la vicepresidenta segunda del Gobierno a un público entusiasta llegó a modo de anuncio: “Sí, estoy dispuesta a dar un paso para ganar España, pero yo os pregunto: ¿Estáis dispuestas vosotras a pelear por Andalucía?”, dijo, a modo de intercambio de un compromiso por otro. La platea reaccionó con un largo sí. “Sé muy bien de dónde vengo y, aunque sea gallega, sé muy bien adónde voy”, remarcó, jaleada con gritos de “¡al Gobierno, a Moncloa!”.

Para muchos, éste es el primer mitin de Yolanda Díaz como candidata a la presidencia del Gobierno de España, anunciado desde la plataforma de la coalición de izquierdas Por Andalucía. También es su primer mitin con Podemos y su secretaria general, Ione Belarra, con la que se fundió en un abrazo que tapa, momentáneamente, el forcejeo de ambas por controlar ese espacio político que llaman “frente amplio”, y que la vicepresidenta lanzará el próximo 8 de julio con el nombre Sumar.

Las dos parecían advertir que la coalición andaluza es la avanzadilla del proyecto que está por venir: “Cuanto más fuerza tenga Por Andalucía el 19 de junio, con más fuerza van a llegar los cambios en España”, avisó Belarra, tras un llamamiento a la participación masiva: “Cuando se abran las urnas, cualquiera de vosotras tiene más poder que cualquier señorito de cortijo”. Ese abrazo viene precedido del cese de Amanda Meyer, dirigente de IU Andalucía, como jefa de gabinete de la ministra de Igualdad, Irene Montero, un movimiento que en IU han interpretado como una represalia por el pulso interno con Podemos por la candidatura andaluza.

Expectativas: de 10 a 12 diputados

Este sábado, Yolanda Díaz ha cambiado su registro institucional drásticamente, dejándose los pulmones para zamarrear a los suyos. Porque hoy ha dejado claro que estos son los suyos. “En 2018 no ganaron ellos, perdimos nosotros porque no fuimos a votar”, ha dicho, en referencia a las últimas andaluzas que dieron paso al primer Gobierno de derechas, gracias a la abstención de 800.000 votantes de izquierdas.

Díaz “ha traído datos” consigo, ha radiografiado la realidad socioeconómica andaluza -un PIB retraído, un paro estructural siete puntos por encima de la media nacional- pero su idea fuerza agitar la pulsión de izquierdas. “Os pido hoy aquí en nombre de los represaliados franquistas, de nuestra gente, que ejerzamos un voto clave, es un derecho, os pertenece a vosotros, no es de ellos, no renunciéis a votar, por muy cabreados que estéis. Os pido que salgáis a votar a Inma Nieto”, ha gritado.

El séquito de Inma Nieto y los líderes de las seis formaciones que integran Por Andalucía salieron del teatro con un chute de adrenalina. Díaz ha vigorizado la campaña, aunque muchos ansían “una semana más” para rebasar los 17 diputados que logró su anterior coalición, Adelante Andalucía. Ahora, internamente manejan un resultado modesto, de 10 o 12 escaños en el mejor de los casos, que difícilmente sumaría con el PSOE para frustrar un Gobierno del PP sustentado en Vox.

El enemigo es la “resignación, la apatía, la tristeza”, ha remarcado la gallega, incluso el “cabreo” de los votantes de izquierdas con estos seis partidos que han pasado de pelearse a tortazos a posar juntos tras una candidatura construida a trompicones, para inmediatamente después pedirles el voto. El nacimiento de Por Andalucía fue accidentado, con un forcejeo entre IU y Podemos que dejó a los morados fuera del registro de la marca. “No renunciéis a votar, por muy cabreados que estéis”, ha insistido Díaz, conjurando todos aquellos pecados endémicos de la izquierda.

Su llamamiento a la participación, habida cuenta de que es ministra de Trabajo, tuvo un interlocutor muy simbólico, que en 2012 fue clave para frustrar la primera y única victoria electoral del PP en Andalucía. “Hago un llamamiento a los sindicatos de clase, a todos sus afiliados, a todos los trabajadores, a los pensionistas, a todas las mujeres de Las maravillas de Elena Medel, hago un llamamiento por esta candidatura, que cree que Andalucía tiene esperanza. Id a votar. El futuro es de las mujeres, de nuestras hijas, nada de resignación”, aseguró.

Díaz pidió ignorar a todas las encuestas que señalan la victoria clara del PP y el ascenso vertiginoso de Vox. “Las elecciones no las deciden las encuestas, las decidís vosotras, la democracia no es de institutos demoscópicos, es de la gente, por muy triste que estemos, espero que salgáis a movilizar a la gente. Si yo no me resigno, a pesar de que a veces es muy duro, vosotros tampoco os podéis permitir el lujo de hacerlo”, sentenció.

Díaz, Podemos, IU y Más País, juntos

El de hoy es el primer acto de Yolanda Díaz en la campaña de las andaluzas y el más potente hasta la fecha de Por Andalucía, el primero con convoca a miles de personas, plantándole cara a la ola de calor. Se prolongó casi dos horas.

A veces las imágenes se superponen al discurso. En este anfiteatro, sobre el escenario, la candidata de Por Andalucía a la Presidencia de la Junta se rodeó de “lo mejor del acuerdo de la investidura” de Pedro Sánchez, como subrayó el secretario de Estado de la Agenda 2030 y líder del Partido Comunista, Enrique Santiago: “Podemos, IU y Más País”, tres de las seis formaciones que conforman la coalición andaluza. 

Hubo constantes llamadas a la unidad. “La gente que une y suma”, repitieron una y otra vez los intervinientes. Inma Nieto entró en el anfiteatro cordobés pilotando una candidatura pequeña, algo aletargada, con actos modestos, y salió de allí en volandas, empujada por una pulsión que recordaba a los mejores tiempos de Podemos. O de Julio Anguita. Quizá el llamamiento más claro a la unidad lo hizo un invitado de lujo, sentado en primera fila, al que Yolanda Díaz hizo subir al escenario. Se trataba del ex coordinador regional de IU y ex candidato de la última y fallida coalición de izquierdas en las andaluzas de 2018, Antonio Maíllo.

“La suma es su debilidad, es su amenaza real. Saben que si fuéramos separados, no habría peligro. Por eso somos una amenaza”, dijo Maíllo, en referencia al presidente andaluz y candidato del PP, Juan Manuel Moreno. El ex dirigente de IU exaltó la figura de Inma Nieto, ex portavoz parlamentaria de Unidas Podemos, por sus cara a cara con el popular en las sesiones de control al Gobierno. “Yolanda es la presidenta del futuro. Inma será la presidenta de Andalucía, porque es la debilidad de Moreno, es la que le sabe sacar el diagnóstico de la Andalucía real”, dijo.

Demasiados teloneros estrellas, para cuando llegó la candidata. Cuando Nieto llegó al atril, escoltada por Yolanda Díaz y Antonio Maíllo, el público estaba ya entregado. “Desde el mismo día en que empecemos a trabajar hay que revertir los malos pasos dados por el Gobierno de Moreno, y los malos pasos que ya habían dado antes”, advirtió.

“Ha sido un mitin como los de antes, hacía tiempo que no estaba yo en algo así”, decían entre el público. Y eso que las 2.500 personas estaban, mayormente, aposentadas sobre los duros asientos de cemento, que llevaban todo el día soportando el intenso calor de Córdoba hasta que empezó el acto pasadas las ocho de la tarde. Esperanza Gómez, de Más País, también lanzó garra al público y se conjuró contra la abstención y la resignación: “No nos da las ganas de rendirnos, porque somos más. Somos más. Nos quieren aletargadas y no van a poder con nosotros”. José Antonio Jiménez, líder de Iniciativa del Pueblo Andaluz, marcó la pauta “andalucista” en el arranque del acto, y subrayó “la unidad” lograda “en condiciones muy difíciles” para no desperdiciarla con la abstención en las urnas.

El optimismo se notó desde el principio, desde que el candidato de Podemos y número uno por Cádiz de Por Andalucía, el guardia civil Juan Antonio Delgado, pidió un aplauso para Agustina, la viuda de Julio Anguita, sentada en primera fila junto al ex coordinador regional de IU, Antonio Maíllo. Los 2.500 asistentes se pusieron en pie y todos acabaron gritando el nombre de “Julio, Julio”. Un mitin tradicional, en formato de fiesta, que es lo que necesita el electorado progresista, más que cualquier consigna o programa político. Banderas andaluzas, banderas LGTBI, banderas soviéticas y las camisetas moradas del Podemos de 2015, antes de fusionarse en la coalición Adelante Andalucía, en 2018.

La izquierda recuperando el ánimo, camino de casa con el pensamiento de que hay partido, de que merece la pena pelearlo. Todavía falta una semana para votar y está por ver si logran mantenerse en este clímax de euforia. Yolanda Díaz volverá a zamarrearles este domingo en Málaga, junto a Íñigo Errejón, y el próximo martes en Dos Hermanas (Sevilla).