El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha presentado este viernes “el mejor de los presupuestos”, el diseño de las cuentas para 2026 que ha esbozado el Ejecutivo autonómico. Un documento que sin embargo tiene fecha de caducidad: si antes de que termine este mes la ronda de contactos que va a abrir ahora para obtener apoyos no da sus frutos, el trabajo habrá sido en balde y convocará elecciones anticipadas en Aragón.
En un acto con toda la pompa y el boato, rodeado de sus consejeros al completo –incluido el de Medio Ambiente, el único presente en el evento organizado por la Delegación del Gobierno por el día de la Constitución–, Azcón y el titular de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, han desgranado unas cuentas “récord” que ascienden a 9.145 millones de euros, un 7% más que las de 2024 –este año se han prorrogado– y que por ahora se quedan en el papel. Ni siquiera ha sido aprobado en Consejo de Gobierno el techo de gasto, imprescindible para la tramitación de las cuentas y que deberá también pasar por las Cortes de Aragón.
En este escenario, el anuncio de hoy se interpreta más en clave de órdago a la extrema derecha: o acepta el proyecto o el adelanto electoral estará justificado. De las medidas anunciadas, solo la rebaja impositiva coincide con las líneas de Vox, aunque se limita prácticamente a la ya anunciada bonificación del grupo II en sucesiones y a una rebaja en el impuesto de transmisiones patrimoniales del 8% al 4% para menores de 36 años, personas con discapacidad y víctimas de violencia de género.
“Deberíamos contar con la responsabilidad de los políticos y tener la mayoría suficiente para sacarlos adelante. Incluye proyectos estratégicos, es necesario que hablemos de construir y no de bloquear”, ha argumentado Azcón, un mensaje directo a la extrema derecha que tendrá oportunidad de transmitir en persona, ya que ha anunciado que se reunirá en primer lugar con los dos partidos que en su día apoyaron las cuentas del 24: Vox y Aragón-Teruel Existe.
El proyecto diseñado por el Ejecutivo popular supone un aumento de casi 600 millones de euros, algo más que el aumento en las entregas a cuenta del Estado a la comunidad autónoma para el año que viene. Los aumentos en los dos departamentos de mayor volumen, Sanidad (un 9%) y Educación (un 7%), irán destinados principalmente a capítulo 1, más salarios. Sí se contempla por ejemplo el inicio de las obras para el nuevo Hospital Royo Villanova o impulso a cinco centros de salud, y también la gratuidad de la educación de 0-3 años y la concertación del Bachillerato.
La Consejería de Presidencia aspira a poner en marcha en el próximo ejercicio el DAT Alierta, con las primeras adjudicaciones en la urbanización del recinto. Hacienda e Interior prevé la creación de la Agencia de Emergencias de Aragón. Fomento y Vivienda contempla destinar 20,5 millones al Plan Aragón Más Vivienda o 30 millones al Plan Extraordinario de Carreteras. En Agricultura reservan 24,3 millones para jóvenes agricultores y para modernización de explotaciones. Medio Ambiente quiere destinar 50,6 millones a la prevención y extinción de incendios durante todo el año. Bienestar Social incluye una partida de 265 millones para dependencia y discapacidad. Y Empleo, Ciencia y Universidad transferiría 250 millones a la Universidad de Zaragoza.
Todo esto, de nuevo, sobre el papel. Azcón, que lógicamente es consciente de ello, ha querido poner el acento en el “aumento del gasto social”. “Son unos presupuestos que piensan en las personas, en el territorio y en el desarrollo económico. Estas cuentas no serían posibles si no estuviéramos en un buen momento económico; el funcionamiento de la economía es lo que permite reforzar los serviciopúblicosco”, ha manifestado el jefe del Ejecutivo.
Aportaciones
El dirigente popular se ha mostrado abierto a incorporar cambios a partir de los contactos que van a establecer con los grupos parlamentarios. Lo que quiere ver, ha apuntado, es la “actitud” con que afrontan esta negociación. “Queremos aportaciones que lo mejoren, no tendremos problema en incorporarlas. Pero eso tiene que concluir con una voluntad clara. Lo vamos a visualizar en la fase de diálogo y negociación”, ha emplazado.
Aunque no hay fecha tope, ha dejado claro que antes de que concluya el año habrá decisión. Si fracasa el acuerdo y convoca elecciones, los comicios se irían a finales de febrero.
Ahora falta por ver la posición de Vox ante los hechos consumados por los populares. Pese a que esta semana las dos formaciones parecían haber recompuesto algo sus relaciones tras la polémica por el asesor de la extrema derecha en las Cortes de Aragón, el jueves vivieron un nuevo desencuentro a cuenta del premio Gabriel Cisneros a los valores constitucionales, entregado por Azcón a la viuda de Javier Lambán en el Edificio Pignatelli. Vox optó por no participar en el acto con el argumento de que “ningún miembro que haya formado parte del Partido Socialista es digno merecedor” del galardón. El Ejecutivo de Azcón aludió en respuesta a que “uno de los elementos fundamentales de la democracia es rechazar el sectarismo para buscar puntos de encuentro comunes entre partidos diferentes”, toda una declaración de intenciones.