Continúa la controversia por el hotel de Jaca del que Sanidad denunció “graves deficiencias” con la comida y que el Departamento únicamente vinculó con un grupo de migrantes de la emergencia canaria que comían ahí, pese a que el restaurante estaba abierto al público. El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, ha acusado este jueves al consejero autonómico, José Luis Bancalero, de tener un “tratamiento desigual” con este colectivo cuando en el local se seguían sirviendo comidas, incluso a escolares que pernoctaban en la localidad jacetana por la Semana Blanca.
Fue el lunes cuando Sanidad hizo pública una nota en la que, textualmente, manifestaba haber “comunicado oficialmente” a la Delegación del Gobierno en Aragón “que el establecimiento hotelero en el que desde hace dos semanas se atiende la manutención y alimentación de 16 mujeres migrantes llegadas de Canarias, siete de ellas con hijos menores”, incumplía “múltiples requisitos higiénico-sanitarios”. Ante ello, solicitaba “de inmediato” a Delegación que habilitara “un recurso alternativo, a la mayor brevedad”, para el grupo. Un colectivo al que el Departamento señalaba con el dedo a continuación, al apuntar a que eran personas “trasladadas desde las islas por el Gobierno central y acogidas por la entidad contratada, APIP-ACAM”.
Sin embargo, la Consejería no hizo ninguna referencia a que el restaurante del Hotel Mur estaba abierto al público y que de hecho, como ha recordado este jueves el delegado del Gobierno en Aragón, “en ese establecimiento han ido comiendo niños que han ido a la Semana Blanca a esquiar o personas que pasan por ahí y entran a comer”. Y eso pese a que Sanidad alertaba en su nota de las “graves deficiencias” que había detectado en una inspección: “Trabajadores que carecen del obligado carnet de manipulador de alimentos, comida preparada en mal estado, productos mal congelados, temperaturas insuficientes o falta de registros y de muestras testigo de los productos servidos”.
Un tratamiento con “sesgo”
Con el agravante de que sobre el establecimiento había recaído apenas cuatro meses antes una orden de cierre por la intoxicación de 43 viajeros del Imserso que terminaron con náuseas, vómitos y diarreas. Una exigencia que sus responsables incumplieron y por la que recibieron una sanción económica.
Tres días después, el delegado del Gobierno ha cargado contra el Departamento de Sanidad y contra el consejero Bancalero, que le llamó personalmente para informarle de la cuestión. “Cuando me comenta que había habido una inspección y una alerta sanitaria, le agradezco la llamada y me pongo en contacto con la entidad de acogida para tomar medidas a corto plazo. Pero posteriormente me voy enterando de que en ese establecimiento han ido comiendo niños que han ido a la Semana Blanca a esquiar o personas que pasaban por ahí”, ha explicado Fernando Beltrán.
En este punto, el delegado del Gobierno ha lamentado el “tratamiento asimétrico o desigual” del titular de Sanidad, al “poner mucho el foco en que son mujeres migrantes con sus hijos y no el resto de personas que han estado en ese comedor”. “Ese comedor o está cerrado o se siguen dando comidas, y si el consejero me dice 'busca otro sitio para que coman estas personas' debe ser 'vamos a buscar otro sitio para que coman todas las personas'”, ha abundado Beltrán, quien ha concluido: “En una sociedad inclusiva, este tratamiento tenía un punto de sesgo”.
Deficiencias corregidas
Este miércoles, el Departamento de Sanidad ha actualizado la situación sobre el Hotel Mur. Así, ha informado de que una nueva inspección sanitaria en el restaurante y sus cocinas había tenido “un resultado favorable”. “Se ha comprobado que se han corregido todas las deficiencias higiénico-sanitarias, algunas de ellas graves, de manera que el establecimiento cumple en este momento toda la normativa”, apuntaron fuentes de la Consejería.
Pese a esto, debido a las deficiencias descubiertas anteriormente se le ha abierto“ un expediente sancionador, que podrá dar lugar a una nueva sanción económica”. Una penalización “que se sumará a los 18.000 euros de multa que ya tiene este establecimiento por dos sanciones anteriores, tras las irregularidades detectadas” en octubre.
“En octubre pasado, este establecimiento recibió una orden cautelar de clausura por dos meses a raíz de un brote de gastroenteritis aguda y, posteriormente, fue sancionado con 12.000 euros por incumplirla. A este expediente se suma otro con sanción de 6.000 euros por las deficiencias sanitarias detectadas entonces”, precisaba Sanidad.