El Tenerife se zafa con goles del talento del Albacete
El Tenerife de Garitano ganó, a la quinta ocasión, siendo inferior a su rival. Ganó porque tuvo más pegada y, probablemente, porque el gol anulado al Albacete tras revisarlo el VAR mutó el partido de un 1-1 al 2-0 final. En talento, en dominio del juego de ataque y en ocasiones fue mejor el equipo de Rubén Alvés, al fin insuficiente frente a la letalidad que le asoma a los blanquiazules cuando anda fresco su cuarteto ofensivo.
Y siendo que el Tenerife se fue al entreacto con el resultado definitivo, no tuvo un respiro en una segunda mitad con mayor brío aún de ese Albacete que se hizo con el medio juego desde la primera jugada del partido. Abrochado a un 5-4-1, con Mellot incrustado como tercer central durante la media hora final, escaparon los locales por dos manos salvadoras de Soriano en lo que a Manu Fuster le caían a pares conducciones fluidas, asistencias y tiros letales.
Pero ganó el Tenerife –algo tan viejo como el fútbol– porque acertó a golpear con goles cuando consiguió zafarse de la red con la que el Alba había atrapado al Tenerife. Le achicó el ataque al Tenerife basculando diez jugadores hacia la banda de Waldo cuando quería armarse desde la siniestra, hizo suyas las segundas jugadas para caer al área de Soriano una vez tras otra con apoyos cortos, conducciones verticales y pases al espacio y firmó un cuarto de hora inicial que dejó mudo al Heliodoro y bloqueado a los suyos.
Con un sexto cumplido, Soriano ya había salvado, de aquella manera, una oportunidad de oro de Escriche (m.12), rompiendo la línea tras un globo devuelto al área por Riki que cogió a los centrales saliendo a destiempo en lo que el delantero la pinchaba para encararse al portero. El remate, forzado, como la respuesta de Soriano puede que obraran como la alarma que obligó al Tenerife a buscar un rol de protagonista en el partido.
Lo consiguió en cuanto Luismi Cruz se lanzó a un quite para adornarse con la pelota pegada al pie. Arrancó con una conducción directa al área y por el camino lo derribó por detrás Riki en un penalti indiscutible. Roberto López amagó con lo que pareció una discusión con Enric Gallego a cuenta del escalafón de lanzadores, pero duró la duda lo que tardó Gallego en quedarse el balón. Gallego con remate franco en jugada suele ser igual a gol. Que falle un penalti, casi es imposible. Gallegó lo lanzó y fue el 1-0.
El gol no hizo peor al Albacete. En nada hizo suyo de nuevo el guion y entrando el minuto 24 otra aparición de Juanma encarado a Amo permitió un balón al área chica al que llegó antes Escriche que León. Soriano respondió achicándole el remate lo justo para desviarlo, pero la segunda jugada fue otra vez visitante, ahora llegando desaforado Agus Medina para meter el pie lo justo, en lo que el portero intentaba tapar con medio segundo de retraso.
El gol, que en vivo lució legal, fue interpretado por el VAR y Fuentes Molina hizo suya la rectificación: falta a Soriano, alivio de un lado e incredulidad en el otro. La decisión no mató al Albacete –porque si algo cabe elogiarle es que nunca se le acabaron la fe y los recursos para dominar al Tenerife–, pero si le descompuso el punto justo para que a los de Garitano le surgiera otra genialidad de sus atacantes para agrandar la herida.
Antes había avisado Medrano –crece y crece camino de discutir la titularidad de Nacho– con un pase de oro en el 32 que salvó de golpe a tres defensas y habilitó un remate franco de Waldo encarado a Bernabé que no cogió el camino de la puerta. Casi en la siguiente llegó una de esas jugadas que justifica el cupón del abono que correspondía este sábado.
Avasallador el Tenerife cuando sube el voltaje con el juego directo, Aitor Buñuel metió un balón raso a la calle del ocho, donde andaba Enric Gallego imaginando una pillería, este taconazo de primeras al carril del diez, donde esperaba Roberto López para cruzársela al portero, ya salvada la cobertura de Riki. Inapelable, el Tenerife se sacudía del agobio con un directo al mentón cuando te acorralan en las cuerdas.
Como después del 1-0, del empate que no fue y del 2-0 definitivo, quedó una segunda parte para esperar sufriendo. Entró tras la pausa Bodiger –que para jugar con algo más que voluntad no pareció estar–, y en lo que Waldo y Roberto López se iban consumiendo, en el giro habitual de las continuaciones de este Tenerife, Garitano se sacó otra baza de la manga que el resultado final convirtió en un as.
Metió a Mellot como tercer central, tiró así una línea de cinco y con los relevos posteriores de Teto y Mo Dauda se encomendó a un 5-4-1 que pobló más el área, pero no rompió la fluidez del Albacete, ahora Manu Fuster en un papel estelar, conduciéndose con regates o apoyos cortos, asistiendo, rematando, incansable. Un torrente de juego –el mismo que no le fluyó a Shashoua en su insípido regreso a un Heliodoro que le recibió entre silbidos– salvado por otras dos manos estelares de Soriano (m.56 y m.72) y dos remates limpios más que perdieron el rumbo.
Ganó el Tenerife porque metió dos goles, porque el VAR le evitó uno en contra y por el estado de gracia de su portero. Así que ganó siendo peor en casi todo, pero mejor en un detalle que por ahora le coloca entre los mejores. Cuando tuvo las suyas, un penalti convertido y una genialidad de su verdadero jugador diferencial, este Enric Gallego que tanto da como convierte. Un seguro de vida cuando anda entre tinieblas.
(2) CD TENERIFE: Soriano; Aitor Buñuel, José León, Amo, Medrano; Luismi Cruz (Mellot, m.61), Sergio González (Bodiger, m.46), Alex Corredera, Waldo (Teto, m.76); Roberto López (Mo Dauda, m.76) y Enric Gallego (Ángel, m.86).
(0) ALBACETE BALOMPIÉ: Bernabé; Isaac (Álvaro, m.59), Djetei (Ros, m.59), Olaetxea, Glauder, Julio Alonso; Riki, Manu Fuster, Agus Medina (Shashoua, m.71); Juanma (Pacheco, m.71) y Escriche (Quiles, m.59).
GOLES: 1-0, m.17: Enric Gallego, de penalti. 2-0, m.36: Roberto López.
ÁRBITRO: Andrés Fuentes Molina (Comité Valenciano). Amonestó a los locales Sergio González (m.10) y Enric Gallego (m.14); y al técnico visitante Rubén Albes (m.33) y a su jugador Riki (m.82).
INCIDENCIAS: Partido de la quinta jornada de LaLiga HyperMotion (Segunda División) 23-24 disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 17.612 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto de Marruecos. Asimismo, realizaron el saque de honor diez representantes de las instituciones implicadas en la extinción del incendio forestal sufrido en la isla de Tenerife en agosto pasado.
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