Malos tiempos para Javi Martel
La esperanza y el miedo son inseparables. Corren malos tiempos para Javi Martel de la Guardia. La posibilidad de tener que abandonar el fútbol en activo a causa de una lesión en su rodilla izquierda es una reflexión que le sobrecoge. A tan sólo 23 días para su vigésimo octavo cumpleaños, el futbolista de la UD Las Palmas se niega rotundamente a bajar los brazos. Capitular ante el frecuente dolor que sufre en la articulación no es algo que él contemple. El pundonor y la entrega que siempre ha mostrado sobre la hierba, ahora, más que nunca, será su soporte en las frías salas de rehabilitación, en donde tratará de recuperarse de una dolencia que le obligue a pasar nuevamente por el quirófano.
Trece partidos jugados esta temporada con la camiseta amarilla, once de ellos como titular. Tan sólo 892 minutos es lo que ha podido ayudar, de forma directa, a la Unión Deportiva. Su último encuentro oficial se produjo el pasado mes de enero en Xerez.
El lunes, Javi Martel, que finaliza contrato con la entidad insular en 2010, comenzó una nueva etapa en su rehabilitación. El polivalente jugador sufre el síndrome Femoro-Patelar, una dolencia producida por una degeneración del cartílago rotuliano, determinado por el desequilibrio anatómico y funcional de la rótula.
El pasado miércoles, el futbolista de Tamaraceite viajó a Barcelona para seguir los consejos del doctor Ramón Cugat, quien ha tratado con éxito, entre otros, a jugadores como el camerunés Samuel Eto'o.
“El rozamiento de la rótula con el cartílago me provoca mucho dolor. He ido a varios especialistas, incluso a la Península. Ahora estoy haciendo un tratamiento con factores de crecimiento, con pinchazos y demás. El doctor Cugat fue quien me lo recomendó, además, me dijo que intentara potenciar la rodilla como fuera, aunque todo sin dolor, ya que tengo muchas molestias. Me ha dicho que tengo que ganar cuádriceps, si no, que me olvide de seguir jugando al fútbol. Ahora estamos probando con los factores de crecimiento, si no funciona eso, tendré que agarrarme a la última opción, que es pasar nuevamente por el quirófano, aunque eso tampoco me asegura que vaya a quedar bien”, explica Martel.
El grancanario tiene ante sí un arduo trabajo, pero su ilusión es a prueba de bomba. Cada día tendrá que hacer ejercicios en la bicicleta estática, pasar horas en el gimnasio, siempre supervisado por un fisioterapeuta y, entre otras cosas, correr dentro del agua y acudir a la clínica.
“Estoy que no paro. Todo lo que conlleva la rehabilitación agota mucho, pero estoy con muchas ganas. Pensé que iba a estar peor, pero me encuentro muy animado. A mal tiempo, buena cara”, sentencia a la vez que agrega: “La lesión no me impide hacer una vida normal, lo malo es que me imposibilita hacer deporte, que es lo que me preocupa, porque dedico mi vida a ello”.
Comparaciones odiosas
La reciente operación a la que ha sido sometido Juan Carlos Valerón (la tercera en menos de un año), jugador grancanario del Deportivo de la Coruña, le trae recuerdos amargos a Javi Martel. El de Arguineguín, en un partido ante el Mallorca, se rompió el ligamento cruzado anterior a su rodilla izquierda, una lesión muy complicada. Su recuperación dependerá, en gran medida, de un factor biológico, en cómo se integre en su cuerpo el ligamento de cadáver que le fue implantado.
Javi Martel confiesa que “últimamente” ha estado “más preocupado”, porque hay jugadores que están sufriendo mucho debido a sus respectivos daños y, de alguna manera, se identifica con ellos.
“Valerón es una persona bastante alegre y que siempre pone buena cara. Él ha vivido muchas cosas en el fútbol, como jugar en el Mundial, y lo ve de otra manera. Mi caso, aunque es difícil comparar, quizás se asemeje un poco más a lo que le ocurrió a Álvaro Benito (ex jugador del Real Madrid que tuvo una grave lesión en un partido con la selección Sub 21 celebrado en el Estadio Insular y que en la actualidad es el vocalista del grupo de música Pignoise). Aunque la historia que más me ha llegado es la del central César (el portugués Luis Figo le destrozó su rodilla izquierda tras una dura entrada), porque acababa de debutar con el Zaragoza y vio truncada, de repente, su ilusión por hacer una carrera profesional. Espero que no sea mi caso, aunque puede ser un ejemplo. Yo tengo toda la ilusión de recuperarme y mientras tenga una posibilidad nadie va a evitar a que me agarre a ella”, expuso.
La retirada del fútbol, una opción que está presente
Javi Martel, que en el ejercicio anterior ya se había perdido media temporada, teme por su futuro: “Claro que se me ha pasado por la cabeza que la lesión pueda retirarme del fútbol. Uno es joven y la vida sigue adelante. Si me pasara algo, tendría que buscar alguna cosa para poder subsistir. El fútbol se va a acabar más tarde o más temprano. Me preocupa, porque toda mi vida me he dedicado a esto, y si no puedo continuar haciéndolo habrá que buscar otra salida, otra profesión”.
“No me he parado a pensarlo fríamente. Si tuviera que colgar las botas seguiría siendo una persona normal. Soy hogareño y no llevo la vida que pueden llevar otros futbolistas. No sé a qué me dedicaría... Estoy sacando el curso de Nivel I de entrenador y me gustaría aprobar los otros dos. Podría ser una salida a nivel laboral, si no es así lo afrontaré como un hobbie”, manifestó el futbolista grancanario.
Impotencia por no poder ayudar a su equipo
Javi Martel, reconoce, a regañadientes, haberse habituado a seguir a la Unión Deportiva desde la grada. “Siento impotencia por no poder ayudar a mi equipo. Aunque suene raro decirlo, ya estoy acostumbrado a ello. Sufrí una experiencia parecida cuando me operé (más de seis meses de baja), ya que estuve mucho tiempo inactivo. El ver los partidos desde fuera lo tengo asumido. Ahora no te coge tanto de sorpresa como me ocurrió la primera vez. Cuando las cosas van mal, porque no puedes estar con tus compañeros defendiendo la camiseta, estás dolido e impotente, que Las Palmas obtenga resultados favorables, y que todo vaya bien, te consuela y te hace las cosas más fáciles”, apuntó el de Tamaraceite.
El canterano no está sólo en su lucha, se siente respaldado: “Sobre todo, quien más me apoya es mi familia y amigos. Mis compañeros siempre me preguntan cómo estoy, me gastan bromas y me hacen sentir parte del grupo. Yo soy una persona que no suele exteriorizar los sentimientos, muy reservado. Si estoy dolido o triste, no se lo expreso a ellos, siempre trato de estar alegre y transmitirlo”.
La clave de la salvación, estar “fuertes en casa”
El futbolista amarillo está muy satisfecho por cómo le están marchando las cosas a su Unión Deportiva. Martel se juega todo a un número: el equipo amarillo se salvará jornadas antes de que concluya el campeonato.
“Estoy viendo muy bien a nuestro equipo. Estamos a cinco puntos de la zona de descenso, no es para confiarnos ni mucho menos, pero te das cuenta de que el objetivo está cada vez más cerca. Debemos seguir la misma línea y, sobre todo, hacernos fuertes en casa, ya que si ganamos los partidos en la isla estaremos salvados antes de que termine la Liga”, señaló el bravo jugador.
¿Por qué De la Guardia?
Para concluir, Javi Martel puso su amor a este deporte en uno de los puntos más altos de su escala de valores: “Me crié jugando al fútbol, desde los siete años, y siempre lo ha sido todo para mí. El día que llegue mi despedida será bastante duro, espero que sea por vejez y no por una lesión”, puntualizó.