El Tenerife medita cambiar de sistema y jugar con dos puntas
En pleno debate acerca de la falta de ambición del CD Tenerife en los últimos compromisos, su técnico, José Luis Oltra, parece decidido a cambiar la opinión de quienes acusan al equipo de excesivo conservadurismo.
No en vano, medita seriamente la posibilidad de variar este domingo el habitual dispositivo táctico para jugar de salida con dos delanteros. De este modo, el 4-1-4-1 habitual evolucionaría a un 4-4-2 en el que la principal novedad sería la presencia de Mikel Arruabarrena compartiendo la punta de ataque con Nino.
El principal damnificado de esta decisión saldría de entre N'Diaye y Longás, si bien el primero parece partir con cierta ventaja en los pronósticos a la hora de quedarse de salida en el banquillo.
Así al menos pudo entreverse en el entrenamiento de este jueves en el Heliodoro, donde el cuerpo técnico ensayó diversas alternativas de cara al compromiso frente al Córdoba.
La otra incógnita tiene que ver con la presencia o no de Ayoze en el once inicial. Si se recupera a tiempo de sus molestias en el talón, el de La Vera será de la partida en la banda izquierda, mientras que Santos e Iriome opositarían al flanco diestro.
Rifirrafe entre Sicilia y Manolo Martínez
Al margen del posible cambio de sistema, la otra noticia de este jueves tuvo que ver con el roce que mantuvieron en el transcurso del entrenamiento Pablo Sicilia y Manolo Martínez, que finalmente no pasó a mayores.
Todo ocurrió tras un salto en el que Sicilia impactó con su codo en el rostro de Manolo, que recibió de mala manera el impacto y la emprendió a golpes con uno de los conos de entrenamiento que había en las inmediaciones en medio de un monumental enfado.
Tras la sesión, el central grancanario restaba trascendencia al suceso relatando que “fue un salto entre ambos y por desgracia le di en el cara, pero se trató un lance fortuito y la gente habrá visto que no fue con mala intención. No hay que sacarlo de contexto”, insistió Sicilia.