Canarias no está a salvo

También ha corrido como la pólvora en la Villa y Corte el amago de dimisión de Paulino Rivero cuando el IV Congreso Nacional de Coalición Canaria le echó al piso su candidatura a presidir el partido y sustituyó al conservador Torres Stinga por la progresista Claudina Morales. No está el horno para bollos después de lo de UPN y cuando un presidente pone el cargo a disposición de sus compañeros, aunque sea de farol, no presagia nada bueno. Y si además Rivero pierde la votación en favor de las periféricas que lidera Antonio Castro, mucho peor. De ahí el “Canarias no está a salvo” de Gundín. Además el propio Stinga ya ha anunciado que el sistema de pactos unitarios de CC ha saltado por los aires, lo que da a entender que se avecinan nuevas mociones de censura que ni Rivero ni Soria podrán ya sujetar, si es que alguna vez lo hicieron. Vuelve la inestabilidad.

Así las cosas, si el giro soberanista de CC se hace atada como está al PP... ¿Para qué demonios sirve ese pacto?, se preguntan en Génova 13. De ahí el intento de dimisión de Rivero, los cantos de sirena a Nueva Canarias para volver a la unidad y el hecho de que se ve venir en el futuro la tentativa de un nuevo acuerdo con el PSC “a lo UPN”, es decir: Gobierno monocolor nacionalista y apoyo forzoso de CC-NC en Madrid y en el Cabildo grancanario. Los Presupuestos mandan ?y queda un largo trecho a caminar con los mismos zapatos hasta 2012? y el archipiélago necesita estar financieramente con Euskadi, Navarra, Cataluña y Galicia. ¿Con Paulino? Nadie lo sabe pues sólo existe una certeza: hoy por hoy, Canarias no está a salvo.

Federico Utrera