La educación en Canarias y JFK

Este mensaje que dieron ayer los expertos de la OCDE suena a la famosa frase de John Kennedy de su primer discurso como presidente de Estados Unidos en 1961: “No preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregunta lo que tú puedes hacer por tu país”. El actual sistema educativo cada vez es más técnico y ha ido despreciando las asignaturas de Filosofía, Historia?, por eso podríamos decir que la comunidad educativa es víctima del sistema educativo, no podemos aprender de la historia si no la estudiamos.

Los expertos también se quejaron de que les dieron mucha documentación sobre aspectos administrativos, legales y sobre inversiones, pero pocos documentos sobre la educación en sí. Me imagino al equipo de la consejería elaborando informes comparativos sobre gastos en educación, número de colegios, de profesores, leyes educativas, etc. Las típicas estadísticas que se montan a partir de la selección de los datos que uno considera que les vienen mejor.

Pero el mensaje que dieron ayer Mihaylo Milovanovitch y Caroline Macready después de reunirse con el presidente en funciones Paulino Rivero y la consejera de Educación en funciones Milagros Luis Brito es que no se trata de eso. Que lo que hay que analizar son las causas del fracaso escolar, la responsabilidad de toda la comunidad educativa en ese fracaso que “no es un fracaso del alumno, sino de todos”.

Comparto las críticas del Stec-Intersindical al gobierno canario. La visita de los expertos de la OCDE ha estado trucada si no se escuchó a los portavoces del sindicato más representativo. Está bien reunirse con profesores, estudiantes, representantes de Ampas, el gobierno, personal administrativo. Pero si se quiere realizar un diagnóstico de cómo está la educación en las islas hay que escuchar a los principales sindicatos. Y a pesar de la marginación del gobierno canario (que también ha ignorado a Intersindical Canaria en su último pacto sobre los servicios públicos a pesar de ser la segunda fuerza sindical en la administración pública de las islas, ¡menos mal que el gobierno es nacionalista!), hay que decir que para realizar un diagnóstico de la situación de la educación y de la evolución de este sector los últimos años es imprescindible escuchar al Stec.

Porque el sindicato mayoritario entre los enseñantes ha sido protagonista en la comunidad educativa, para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno en la denuncia de los recortes presupuestarios (cuando ha sido riguroso, cuando se ha puesto alarmista y ha pintado a la escuela pública como lo peor de la educación no ha ayudado mucho).

Como padre de dos alumnos de escuela pública (muchos dirigentes sindicales y miembros del gobierno no pueden decir lo mismo), creo que hay muchas críticas que hacer a este gobierno, a las Ampas y al profesorado. Coincido en que hace falta autocrítica de todos los sectores de la comunidad educativa. Las circunstancias en las que han venido estos expertos es una prueba clara de que este gobierno no considera prioritaria la educación (la primera visita se realizó la semana previa a la campaña electoral y la segunda con un ejecutivo en funciones). Las prisas que tuvo el ejecutivo por aprobar la ley de catálogo de especies, los concursos mediáticos o la policía canaria no se las dio en cuatro años de legislatura que estuvieron marcados por los recortes presupuestarios y la actitud guerrera de la consejera de Educación.

Recordemos que perdimos media parte de la legislatura hablando de un conflicto laboral, los sindicatos preguntando qué hay de lo mío (conflicto por la homologación salarial) y el gobierno dedicado a afrontar la crisis económica en plan Manostijeras, fuimos una de las comunidades donde más se recortó el presupuesto destinado a educación. A pesar de estos datos Paulino Rivero tuvo la habilidad de firmar un documento sobre la sostenibilidad de los servicios públicos en plena campaña electoral. La patronal y los sindicatos CCOO y UGT se prestaron a la foto preelectoral. No sabemos qué prebendas habrá recibido la patronal, en el caso de los sindicatos parece que la promesa de volver a contar con delegados sindicales que el mismo gobierno les había quitado unos meses antes fue suficiente para prestarse al juego de un gobierno caducado.

Está claro que si analizamos el comportamiento de la comunidad educativa de las islas podemos comprobar que gobierno y sindicatos se saben la historia de JF Kennedy, pero no la famosa frase de “qué puedo hacer yo por mi país”, sino parte guerrera de Vietnam y la invasión de Bahía Cochinos. En algunas guerras como la de las sustituciones hemos visto cómo desde los dos lados les ha interesado más desgastar al enemigo que analizar los problemas de la educación. Así nos va.

Juan Garcia Luján