La Europa de los mercaderes

No es cierto que abogar por la soberanía de los pueblos sea ser antieuropeísta. El reconocimiento de Canarias como nacionalidad no va en desdoro de otra Europa posible. De la Europa de los pueblos, de los trabajadores y trabajadoras, de las razas y etnias que en ella habitan. El africanismo cubillista antieuropeo es un vulgar engaño. Desde Unidad del Pueblo creemos que la defensa de nuestro continente, África, no va reñida con la reivindicación de la Europa social-ista que queremos porque somos internacionalistas desde nuestra realidad nacional a dos mil kilómetros de la metrópoli.

Ser canario y trabajar día a día por la soberanía de este pueblo tampoco es ser antiespañolista. La causa de un trabajador, de una trabajadora de Tazacorte es la causa de un trabajador, de una trabajadora de Aranda de Duero. La autodeterminación de nuestro pueblo no está reñida con la memoria de los republicanos y republicanas que dignificaron y dignifican la condición humana.

La Europa de Sarkozy, Berlusconi, Brown, Merkel y Zapatero ?sí, Zapatero, porque la socialdemocracia es la hermana tonta de la familia neoliberal? es la Europa racista de la Directiva de la Vergüenza, que quiere recluir en guantánamos a los inmigrantes pobres que vienen a pasar factura a la Europa neocolonial que desde el siglo XIX saquea sus recursos y promueve guerras. Un ejemplo es la llamada Guerra del Coltán en la República Democrática del Congo, alentada por las multinacionales europeas como Nokia, Siemmens o Vodafone para que nosotros podamos enviar estériles sms.

La Europa de Solana, Alto Representante de Política Exterior de la UE, es la Europa que en 1999 bombardeaba mercados en Serbia, la sede de su televisión o convoyes chinos, para ampliar mercados ya que lo que quedaba de la Yugoslavia socialista, que fundó Tito, se negaba a entrar en el gran juego del Monopoly internacional del que forma parte como jugador principal la Europa de los Mercaderes.

La Europa de los Solbes, Rajoy, Trichet o Durao Barroso es la que nos quiere hacer trabajar 60 o 65 horas por acción u omisión. Es la que ha privatizado buena parte de la educación, la sanidad o el transporte. Es la que liberaliza los horarios comerciales de tal manera que sólo salen beneficiadas las grandes superficies y los grandes almacenes. Es la que ha despojado a los bancos centrales de su soberanía para controlar la inflación y emitir moneda, desde la entrada del euro, que está arruinando las economías domésticas. Es la Europa de la monarquías, como la española, de “¿por qué no te callas?” de revista Hola, fútbol y toros.

Canarias es Europa, es África, es América. Canarias quiere una Europa social, equitativa, justa. Hermanada con todos los pueblos del mundo. Que reconozca la pluralidad de naciones que existen en su seno y que ?todavía? no son estados. Una Europa de los trabajadores y de las trabajadoras. Que defienda la agricultura, la pesca, la ganadería, el medio ambiente, las nuevas tecnologías, las culturas, el ocio, la paz.

Otra Europa, definitivamente, en las antípodas de la misma Europa.

Rubén Alemán Sánchez