Evo Morales para rato

Vamos a repasar los datos. Bolivia pasó de obtener 350 millones de dólares por ingresos de los hidrocarburos en 2005 a 1.300 millones. El Producto Interior Bruto (PIB) creció un 5.9% y la inflación el 4.9%. Por primera vez superó el déficit fiscal crónico. La Paz consiguió la condonación de parte de la deuda externa asumida ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y Japón. Esto significa la reducción a la mitad de los 5.000 millones que adeuda. Las reservas internacionales saltaron de 1.000 a 4.000 millones y se doblaron las exportaciones. Hubo avances notables aunque insuficientes en educación y salud, así como medidas para la defensa de los recursos naturales en general. La reforma agraria comenzó a dar sus primeros pasos, si bien necesita más tierras, créditos y mecanización de las explotaciones…Evo Morales repitió su voluntad de integración latinoamericana. Anunció, por otro lado, que nacionalizará aquellas empresas mixtas (llamadas “capitalizadas”) a las que pueda demostrarse corrupción o incumplimiento de inversiones comprometidas, lo que afectaría a tres petroleras, el sector eléctrico, el ferroviario, las telecomunicaciones y la aviación. También advirtió que las concesiones mineras deben olvidarse de seguir pagando un miserable 1% de impuestos. Todo ello en el marco habitual de un principio muchas veces recordado por el presidente. Bolivia requiere socios, no amos. A la izquierda del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, muchas voces reclaman reformas más amplias y verdaderas nacionalizaciones, pues consideran, por ejemplo, que en el caso de los hidrocarburos apenas hubo “cambios en los términos de los contratos”. Las reformas emprendidas hasta ahora necesitan profundizarse, pero sólo serán duraderas si adquieren carta definitivamente legal por medio de una nueva Constitución. Así lo ha reconocido el presidente. Por eso insiste ante la Asamblea Constituyente sobre la urgencia de terminar sus trabajos el 6 de agosto, tal y como está previsto. Sin otra Carta Magna, los cambios de las estructuras políticas para construir un Estado comunitario, basado en la participación democrática de los movimientos sociales, tampoco verán la luz prevista.Por eso la oposición de derechas se atrinchera en la Asamblea, retrasando sus trabajos. De la misma manera que descalificó las nacionalizaciones, montó bandas armadas para frenar la reforma agraria aterrorizando a los campesinos o amenazó con la secesión de Santa Cruz y otras regiones por medio de movilizaciones. Bolivia ha echado a andar, pero las conquistas sociales y económicas realizadas hasta ahora no son irreversibles y las promesas de futuro siguen pendiente, en última instancia, del desarrollo de la lucha. En materia de apoyo popular, Evo Morales ha batido todas las marcas de su país. Incluso en el terreno electoral. Ganó con el 54% de los votos y hoy cuenta con el 59%.

Rafael Morales