27 de Febrero, la esperanza en un Sáhara Libre

Llegado a este punto me planteo si el Estado español no es consciente de su responsabilidad directa sobre este conflicto cuando ninguno de los gobiernos españoles, tras el proceso de ocupación del Sahara, han hecho nada a favor del fin de la situación de injusticia en la que vive la población saharaui. Y, sobre todo, encontrándose lejos de cumplir con sus obligaciones con los habitantes de su ex colonia para que se culmine el último proceso de descolonización de África.

Para el Gobierno de Rodríguez Zapatero la legalidad internacional tiene distintas varas de medir. En Irak, esa legalidad obligaba a retirar las tropas de Irak una vez se instaló en el poder del Estado; en cambio, parece que los socialistas no ven que exista síntoma alguno de ilegalidad en el conflicto del Sáhara. Es más, evitan abandonar falsas posturas de neutralidad que molesten al Reino de Marruecos, solicitando de una vez el genuino derecho de autodeterminación en el Sáhara Occidental.

En la jornada saharaui de La Garita tuve la oportunidad de tener una amable charla con el Delegado del Frente Polisario en Canarias, Mohamed-Salem Daha, el cual no dejaba de sorprenderme en sus afirmaciones y testimonios. Uno que me llamó la atención fue el referido al aprendizaje de la lengua castellana en los campamentos argelinos de Tinduf. El mismo Mohamed-Salem afirmaba haber aprendido primero la lengua castellana antes que la hasania, ya que realmente había nacido en el Sahara cuando era todavía provincia española. Todavía hoy los niños saharauis aprenden castellano en las escuelas.

Esta conversación me trajo al recuerdo la reciente Conferencia de Tifariti, donde uno de los temas centrales fue la preservación del castellano como segunda lengua de los saharauis. Las noticias que recibíamos de esta conferencia internacional no eran muy halagüeñas, donde el responsable político del Secretariado Nacional del Frente Polisario, Bachir Mustafá Essayed, acusó al Gobierno del señor Rodríguez Zapatero de intentar marginar e ignorar las políticas de promoción del castellano entre la población saharaui. Ni el Instituto Cervantes ni otros organismos culturales oficiales bajo control del gobierno socialista se han implicado en el fomento del castellano en los campos de refugiados. Es una realidad donde una vez más, el Estado español, esta vez gobernada por autodenominados personas solidarizadas e implicadas con la solidaridad y la interculturalidad, da la espalda a los refugiados saharauis. Lo peor de todo esto es que la situación de precariedad educativa de los campamentos, sumado al hecho de encontrarse en un país como Argelia, cuya segunda lengua oficial es el francés, hacen peligrar la pervivencia del español entre las futuras generaciones saharauis. En este punto es donde debemos cabría recordar que gracias a los programas de acogida de niños saharauis impulsados por organizaciones de solidaridad de la sociedad civil, como las asociaciones canarias de solidaridad con el Sáhara, y otras en el resto del Estado, miles de niños saharauis han podido en los últimos años refrescar y mejorar su castellano con meses de estancia junto a familias españolas, especialmente durante el extremo verano del Sáhara.

Por último, desde Coalición Canaria de Telde, agradecemos la hospitalidad de los amigos saharauis en nuestra ciudad, y les recordamos que, tal y como dijo el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y nuestra presidenta, Claudina Morales, defenderemos siempre el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, donde toda propuesta de solución al conflicto debe contar con el acuerdo previo del representante del pueblo saharaui, el Frente Polisario.

* Presidente de Coalición Canaria de Telde Antonio Hernández Lobo*