¡Por fin!

Esto mismo se puede aplicar al resto de los sentidos, siempre dispuestos a pillarnos desprevenidos.

Y eso mismo me ocurrió cuando, para mi sorpresa, me topé con un stand de la oficina de Turismo española, cuyo principal cometido era promocionar las Islas Canarias. Dicho stand estaba instalado en medio de Kamppi, el enorme centro comercial y de transportes, situado en pleno centro de la ciudad de Helsinki.

Por experiencia personal, dichos stand no suelen ser los mejores embajadores del archipiélago, por muchos y variados motivos.

En algunos casos, las personas que atienden no se conocen el archipiélago o no como deberían ?y hablo por mis propias vivencias, visitando ferias de turismo en distintos puntos de la península.

En otros casos, la información que allí se ofrece suele estar mediatizada por intereses que van más allá del propio ámbito turístico y entran en problemas internos entre las provincias. De ahí que sea más fácil encontrar folletos de unas determinadas islas en detrimento de otras.

Para el recuerdo queda el uso de imágenes de las playas de Fuerteventura y Lanzarote para anunciar otras islas, una práctica que, por disparatado que pueda parecer, aún perdura.

Sin embargo, mis miedos se vieron superados por la constatación de que, por una vez, las cosas se habían hecho bien.

Para empezar el visitante no sólo podía encontrar un lujoso y bien presentado libreto, el cual ejercía de tarjeta de presentación de todo el archipiélago sino que, además, era posible encontrar un folleto de cada una de las islas.

Esto es una muy agradable, y destacable, novedad sobre todo, porque le da la oportunidad a los ciudadanos finlandeses de conocer, no sólo las llamadas “Islas Mayores” sino islas como La Palma, La Gomera y el Hierro, tan atractivas e interesantes para el viajero como el resto de las islas del archipiélago.

No hay que olvidar que, desde finales de los años sesenta, fecha en la que Finnair comenzó a operar con las islas, tres generaciones de finlandeses han visitado, al menos, una vez las Islas Canarias. No obstante, La Palma, La Gomera y el Hierro siguen siendo las grandes desconocidas para quienes residen en este país, razón por la cual considero un acierto que se promocionen dichos destinos.

La siguiente sorpresa, si cabe más agradable que la de los variados y bien presentados folletos, ?los cuales también merecen el trabajo de ser, doblemente comentados-, fue que las dos personas que atendían, no sólo hablaban finlandés e inglés, sino español. La verdad es que, en el caso de uno de ellos, es lógico, dado que dicha persona se crió en La Gomera, aunque de madre finlandesa.

El que un stand dedicado a presentar las Islas Canarias esté atendido por una persona con raíces en ambos sitios ?tanto en Finlandia como en España- es uno de esos aciertos que, tal y como están las cosas, es digno de contar.

Después de la cantidad de desaciertos cometidos por los responsables del área de turismo, sobre todo en las últimos tiempos, ver que el trabajo de promoción no sólo está bien realizado en su origen ?los mencionados folletos, programas y libretos- sino en la selección de las personas al cargo del stand, demuestra que todavía hay esperanzas para que una de nuestras mayores fuentes de ingresos continúen siéndolo en el futuro.

En la parte meramente anecdótica les diré que las fotos de cada uno de los folletos corresponden con sus lugares originales ?otro acierto más para quien esté detrás de todo- al igual que la información allí suministrada, por lo menos de las islas que conozco personalmente.

Hasta era posible encontrar un libro de mapas, con cada una de las islas, sus principales carreteras, localidades y puntos de interés.

Para los puristas, amantes del pleito insular, les tendré que decir -sin ningún dolor de corazón- que a la isla de Gran Canaria la siguen denominando así.

Incluso, y en el apartado cultural, algún osado se ha atrevido a recomendar el Festival de Música de Canarias y el Festival de Ópera y, en el colmo del atrevimiento, el Museo Elder de la Ciencia como uno de los lugares de obligada visita. Seguro que alguno pensará que hay que cuidar más lo que se anuncia, olvidando que para los finlandeses la CULTURA es una necesidad social y no una moneda de cambio político.

De ahí que yo entienda y apoye que se promocionen encuentros culturales como los anteriormente citados, además del Festival de Cine de Las Palmas, en la misma órbita de programación que el Festival de Cine de la ciudad de Helsinki.

Lo mejor de todo es que dichas recomendaciones están impresas en un precioso folleto de 125 páginas a color, titulado Gran Canaria. Imagine an island, el cual demuestra, por una vez, que los impuestos se han gastado en algo que merece la pena, y no en las zarandajas de costumbre.

Sea como fuere, fue agradable estar hablando con alguien que conoce las diferencias y similitudes entres las islas y este país, mientras disfrutaba con las imágenes que, de cada una de las islas, aparecían en una pantalla situada en el ya comentado stand.

Lo dicho, felicidades a los responsables, no sólo de la idea y del desarrollo, sino del montaje del stand ?el cual viajará las próximas semanas a las ciudades de Tampere y Turku, las siguientes en población tras la capital- y, por una vez, los canarios nos podemos sentir orgullosos de la promoción que de las islas se hace fuera de nuestras fronteras.

Sólo queda desear que este tipo de acciones sean cada vez más habituales y constantes. El archipiélago tiene muchas cosas que ofrecer y sus habitantes merecen que quienes velan por la promoción de las islas hagan un buen trabajo, lejos de vaivenes políticos y similares.

Eduardo Serradilla Sanchis