Un nuevo viejo debate

Esa cámara de nuevos y viejos ricos reproduce fielmente las estrategias de dominación y el reparto de privilegios que la oligarquía canaria reproduce hace décadas y siglos. La nueva reforma del REF que se anunciaba hace años, junto con la reforma del estatuto no pasan de ser brindis al sol. La reforma del estatuto, además de haberla dejado aparcada, dejaba fuera lo principal que debería de abordar, que era la reforma de la ley electoral. Nada desmiente tan fielmente la democracia como la ley electoral canaria. Ese truco legal inventado para repartirse el poder siempre los mismos, hace que este sistema se parezca más de lo deseable a la restauración borbónica de finales del siglo XIX y su famoso turno de partidos. La reforma del REF, también dejada aparcada de momento es la contínua actualización del pacto de las clases dirigentes con el poder central. La supeditación del aparato productivo canario a la estrategia del librecambio (REF), ha sido el responsable de las peores épocas de miseria y emigración que ha vivido las gentes del estas islas. El librecambismo ha privilegiado la ganancia de algunos por encima del interés de todos los demás. De paso ha torpedeado el crecimiento de una mínima estructura industrial y del sector primario, siempre sometido a los intereses de los importadores y de los exportadores. Los grupos de presión en Madrid, antes, y en Bruselas, ahora, son la expresión de la vieja forma de la política de las oligarquías locales, en busca de sus egoístas intereses de clase.

El abogado, economista y cabeza pensante del socialismo canario en los años setenta, Antonio Carballo Cotanda captó el asunto escribiendo: “El Régimen Económico y Fiscal de Canarias, ofrece el ejemplo más luminoso y acabado de lo que es una obra del centro y las oligarquías para las oligarquías y el centro.” Que lástima que el PSOE haya cambiado tanto su punto de vista hasta el plegamiento total a los intereses de la oligarquía canaria.

Domingo Garí