Espacio de opinión de Canarias Ahora
Esto hay que pararlo, podemos pararlo
[Propuesta de programa piloto para Gran Canaria según los modelos orientales de gran éxito en la contención del coronavirus]
Las cifras de este jueves 19 de marzo dan para todo el país un incremento de casos de 25% en 24 horas, de forma que se doblan cada 3,1 días, habiéndose multiplicado por cerca de 6 los casos en solo una semana. De seguir así en solo 8 días la proyección matemática nos indica que superaríamos en número de casos confirmados a la provincia china de Hubei (con 11 millones más de habitantes que España), origen de la pandemia de COVID-19.
Es cierto que desde hace cinco días se han dictado medidas para restringir la velocidad de transmisión, pero no parecen suficientes para atajar este ritmo, pero sobre todo no nos podemos permitir esperar y comprobar con desolación que las medidas no fueron suficientes y que ya no se pueda hacer nada para detener una catástrofe dantesca. Sobre todo cuando tenemos la experiencia de otros países como Corea del Sur, Taiwan o Singapur (8 millones de habitantes pero 0 muertos y vida normal), donde con una aplicación más extensa de los tests, un más estricto confinamiento y seguimiento y cuarentena de sus contactos, o en el caso de China, con restricciones muchísimo más estrictas a la movilidad, se ha podido frenar en pocas semanas un crecimiento desbocado y están ahora volviendo a una envidiable situación de normalidad.
Es cierto que medidas similares a la española la han tomado otros países, pero es igualmente cierto que las previsiones de los expertos se han visto desbordadas por la realidad y la consiguiente falta de previsión está llevando a escasez y medidas improvisadas. La situación es mucho peor de lo que podría haber sido de haber actuado con más energía y celeridad, pero no está todo perdido, debemos y podemos pararlo si tomamos ejemplo de los modelos de éxito.
Abandonemos nuestra superioridad occidental y admitamos que allí han acertado, pero ¡admitámoslo ya!, adoptemos sus políticas, sus protocolos y aplicaciones de móvil para seguimiento de casos, extendamos los tests al menos a todo el que presente algún síntoma, confinemos rigurosamente a casos positivos y sus contactos así como a los residentes que regresan (como ya está haciendo China), mantengámosle en permanente seguimiento, reduzcamos al mínimo la movilidad para lo absolutamente esencial para sobrellevar la situación, lo que incluye reducir la actividad laboral incluso presencial no imprescindible para generar los recursos básicos.
Es posible que los expertos y responsables que coordinan esto no estén aún completamente convencidos. Proponemos en ese caso que se aplique inmediatamente como programa piloto en la isla de Gran Canaria estas medidas, ya que por sus mediana dimensión y población y por su aislamiento permitirá obtener unos resultados claramente verificables, su aún reducido número de casos es suficientemente alto como para ser estadísticamente significativo, pero suficientemente bajo como para ponerlo muy rápidamente en práctica. Ello permitiría ensayar estas estrategias a reducido coste y proyectar su aprendizaje al resto del país, y por supuesto de verificar su validez extenderlo inmediatamente.
Hagámoslo no solo para evitar pérdidas de vidas y gran sufrimiento humano, sino además para recobrar cuanto antes la capacidad de volver a recibir turistas aquí y en todo el país de forma segura y recuperar cuanto antes el pulso económico.
(*) Firman este artículo:
José Fortes Gálvez, profesor titular de universidad
José Manuel López García, ingeniero industrial, realizador de televisión
Enrique Fernández García, profesor titular de universidad
Andrés Ruano González, Ingeniero Industrial
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