El Partido Popular, a la deriva

Ahora el Partido Popular con su gurtelización camina hacia la división interna, hacia la lucha de los cuchillos largos, de las zancadillas y las trapisondas, y por ese bagaje es donde creo que va a tener el PP su gran lastre. La trama de Gürtel va a durar bastante con sus muchos juicios pendientes, y además con investigaciones en curso, me dicen que algunos años, y esto estoy convencido que no lo va a poder resistir Mariano Rajoy, que aparece desde hace tiempo como un líder “flojón”, sin autoridad ni autoritarismo, que es uno de los aspectos que más valoran una buena parte de los votantes de derechas. En el campo mediático ya se percibe como los dos oráculos más significativos de esta tendencia, Pedro J. Ramírez (El Mundo) y Nacho Villa (Cope), se vuelven cada días más críticos con el actual líder del PP, que en Valencia tiene una bomba con espoleta retardada en los Carlos Fabra, Juan Costa, Joaquín Ripoll, y otros dirigentes del PP valenciano, con Eduardo Zaplana en la sombra azuzando todas las inercias contra Francisco Camps, un líder amortizado y que no resistirá los embates de su propia organización valenciana, que ha vivido como traicionó y mintió a su número dos, Ricardo Costa. En su último editorial en “El Mundo”, Pedro J. Ramírez decía textualmente, entre otras andanadas contra el presidente del PP, que “Rajoy quiso mostrarse contundente asegurando que no tolerará conductas que puedan avergonzar a ningún militante o votante del PP. Sin embargo pocas conductas provocan tanta vergüenza como que un superior haga pagar sus culpas a un inferior. Siendo todo ello grave, lo peor de la comparecencia de Rajoy fue comprobar como un líder que ha cimentadosu imagen en la defensa de los principios y los valores, dice ahora que ”la vida son los resultados“.Al abrazarse a Camps asumiendo que todo vale si tienes la perspectiva de ganar las elecciones, Rajoy pierde a raudales credibilidad y autoridad moral como aspirante a presidente del Gobierno”.

Es la primera vez que parafraseo, que copio y pego, unas líneas de Pedro J. Ramírez, que no es santo de mi devoción, pero su nueva posición crítica con respecto a Rajoy es descriptiva, clarificadora. Nacho Villa, el sustituto de Federico Jiménez Losantos en la Cope, va por los mismos derroteros. El cerco que atenaza a Mariano Rajoy, con sólo un treinta por ciento de la trama Gürtel hasta ahora revelada, es de unas consecuencias imprevisibles, pero por mi parte me atrevo a pronosticar que el PP va camino de la división absoluta. Todavía queda la trama de la Comunidad de Madrid, que afectará a Esperanza Aguirre, Galicia, Castilla y León, Murcia, y al fondo de todo Baleares, con un expresidente presunto delincuente, Jaume Matas. No sería descartable que también Gürtel hubiese entrado en Canarias hace algún tiempo, no sé ahora mismo si por mar o por aire.

Las revelaciones últimas, o mejor penúltimas, de la utilización de la visita del Papa a Valencia para robar dinero público, con grandes comisiones que cobró la mafia de Gürtel, es otro gran escándalo que tiene azorados a una gran parte de los votantes católicos del Partido Popular, que se preguntan que si estos dirigentes que en su mayor parte de confiesan católicos son capaces de hacer negocio incluso con el Papa, que no harán con cualquier otra cosa que se pueda convertir en un becerro de oro. El PP camina a una velocidad de vértigo a convertirse en una mafia y dejar de ser un partido político. Que los populares no tienen remedio, una de las pruebas ha sido la reciente designación de Cesar Augusto Asencio como sustituto del “ejecutado” Ricardo Costa en la secretaría general del PP valenciano. Asencio es un defensor de Adolf Hitler, un nazi declarado, defensor de los millones de muertos que causó en el nazismo en una de las etapas más negras de la historia. De estos personajes son con los que se rodea Francisco Camps “el curita”, que como decía Pedro J. Ramírez hizo pagar sus culpas a su subordinado Ricardo Costa.