Paseo y sentencia

- Van a por mí. Buscan en los juzgados lo que no lograrán en las urnas. A Manuel Hermoso le salió bien una vez. Confían los áticos en que la historia se repita. De momento, Zerolo ha restado importancia al varapalo del Supremo. Se refiere, dice, a un aspecto meramente administrativo de la operación. Pero chiquito aspecto, tíos. Lo que viene a confirmar la sentencia es el carácter y los detalles impresentables del chanchullo. Un chanchullo que según el alcalde todavía se puede arreglar para que resulte conforme a la legalidad y a la normativa. Mejor que no. El alcalde reaccionó ante la adversidad –queda la otra probable adversidad de lo penal con la querella por ver y resolver- ofreciendo, en rueda de prensa, su particular versión de la sentencia, como si los ciudadanos no supiésemos leer, como si el maguerío del paseo romero no tuviese una sesera con las celulitas grises de las que hablaba Hércules Poirot, debajo del cachucho. La cosa está clara. Se favorecieron los intereses particulares en contra de los generales, se pactaron precios, se malgastaron dineros públicos y no se exigieron informes ni peritajes o no se tuvieron en cuenta aquellos que tasaban los terrenos en mucho menos dinero del que se pagó por ellos. Una nadería, en fin. Sin embargo, advierto para quienes creen que se van a beneficiar electoralmente de estas circunstancias jurídicas, el victimismo ático volverá a ser rentable en las urnas. Y quien espere lo contrario, que se atreva a apostar.

José H. Chela