Un Plan que incumple con Canarias

Después de una atenta lectura del documento, desde Nueva Canarias señalamos que compartíamos el diagnóstico que realizaba sobre la situación económica y social de nuestra tierra, con elevados índices de paro, pobreza y de fracaso escolar, y con un PIB per capita en retroceso respecto a la media estatal.

También manifestamos nuestra coincidencia con los cinco grandes objetivos específicos del mismo: reequilibrar la estructura económica con criterios sostenibles, contribuir a la mejora del empleo y de la protección social, dotar a las Islas de las infraestructuras necesarias, mejorar la cohesión social y configurar a Canarias como plataforma hacia África y América desde la Unión Europea.

Pero, al mismo tiempo, denunciamos, inicialmente en solitario, que el Plan Canarias no recogía en modo alguno esa aportación económica adicional. Destacamos entonces que el Plan era, en buena parte, un refrito de lo que ya hacen los ministerios en el Archipiélago y de lo que iban a hacer en los próximos años, con pocas novedades y casi nulos compromisos de nuevas inversiones. De hecho, el 95% de sus contenidos ya estaba en marcha por los distintos ministerios o por entes públicos, o corresponde a la aplicación de convenios en vigor o es la cuota que a Canarias le pertenece de planes sectoriales de ámbito estatal.

Plan de Carreteras

Ejemplo de lo que afirmo es la inclusión en el texto del existente Plan de Carreteras 2006-2017, comprometiéndose a cumplirlo, y que sólo aporta la novedad de una mayor descentralización de la gestión. O la continuidad de los planes correspondientes a puertos y aeropuertos. O, en fin, el mantenimiento de la aportación anual de 30 millones de euros en transporte terrestre de viajeros, como ha venido ocurriendo en los últimos años, en cumplimiento de la Ley de aspectos económicos del REF. Puestos a apuntarse al corto y pego hasta incluyen la deuda pública a emitir por los cabildos de Gran Canaria y Tenerife.

Además, como he venido señalando, el Plan Canarias no nos colocó en la media de inversión española en los Presupuestos Generales del Estado para 2010 ni se compromete a ello ni siquiera en los próximos 10 años de supuesta aplicación del mismo. Se incumple así con los artículos 95 y 96 de la Ley 20/1991 de modificación de los aspectos fiscales del REF, que obliga a que la inversión en Canarias esté en la media estatal. Sin embargo, en los PGE 2010 sí se cumple explícitamente las cláusulas de inversión introducidas en los Estatutos de Autonomía de Cataluña, Andalucía, Aragón, Baleares y Castilla-León.

Transcurridos tres meses desde su aprobación y presentación cada vez son más las voces que, desde el ámbito académico, empresarial o político cuestionan las bondades del Plan y desnudan sus escasos compromisos económicos. Llegando a ser calificado, incluso, de un “cheque sin fondos”.

En ese contexto, el vicepresidente Soria ha denunciado que en 2010 el Plan no ha cumplido con las cifras anunciadas, con esos 2.500 millones de euros adicionales para Canarias. La respuesta la podría obtener de su socio de Gobierno, Coalición Canaria, que apoyó unos Presupuestos estatales en los que no sólo no aparece esa cantidad, sino que el Archipiélago queda por debajo de la media estatal de inversión por habitante. Y, directamente también, en el propio presidente Rivero que apadrinó la presentación del Plan y que es corresponsable de sus enormes carencias. Rivero y Soria no pueden eludir su responsabilidad: la de ser cómplices, por acción u omisión, de los fracasos en la financiación autonómica, en los Presupuestos Generales del Estado para 2010 y en el Plan Canarias.

Tomadura de pelo

Intolerables resultan, asimismo, las afirmaciones del vicepresidente del Gobierno estatal y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, asegurando que el Gobierno de Rodríguez Zapatero está cumpliendo con lo prometido en el Plan Canarias, poniendo como ejemplo las partidas de inversiones, transferencias de capital y subvenciones que tradicionalmente tiene el Archipiélago, incluso sumando los 234 millones del nuevo Plan Feile para los ayuntamientos, cantidad que por población corresponde a Canarias. Se trata, por decirlo suavemente, de una verdadera e inaceptable tomadura de pelo a los ciudadanos y ciudadanas de Canarias.

La grave situación por la que atraviesa Canarias precisa de recursos para impactar positivamente en la economía y en el empleo. Y hoy más que nunca no son de recibo planes, como el impulsado por el Gobierno Zapatero, sin ficha financiera y que sólo suponen un ordenado resumen de lo que ya el Archipiélago venía recibiendo, sin apenas novedad añadida alguna, convirtiéndose en un nada sutil ejercicio de pura propaganda política, al que ha contribuido decididamente ATI-CC y su Gobierno. Pura fanfarria, puro humo, que de no corregirse radicalmente no tendrá el menor efecto para hacer avanzar a esta tierra en esta coyuntura tan difícil.

* Presidente de Nueva Canarias.

Román Rodríguez*