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Primavera en Trípoli
Vamos a situarnos en los días previos a la llegada de la primavera. Martes 15 de marzo Muamar El Gadafi declara en la cadena de Televisión Alemana RTL que sólo firmará contratos para vender petróleo a Rusia, India, China y Alemania. No venderá a Francia, Italia ni a los otros países occidentales a los que considera traidores . Jueves 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU (formado por 15 estados de los 200 que hay en el mundo) vota una resolución para atacar a Libia. La ONU considera que el gobierno de Gadafi no está protegiendo al pueblo Libio. Imaginen cuántos países habría que invadir si aplicamos este baremo de la protección del pueblo. La resolución promovida por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña no cuenta con el apoyo de Rusia, China, Brasil, India ni Alemania, países que sí podrán comprar petróleo. Los medios hablan de una resolución por “unanimidad” y la realidad nos dice que de 15 se abstienen 5. ¿Por qué lo llaman democracia o intervención humanitaria cuando están pensando en los pozos de petróleo?
Sarkozy hace de capitan general, es el primero en lanzarse. Por fin una noticia buena en Francia que puede ayudarle a levantar esas encuestas tan decaídas que no ya no le valen los tacones que se pone el muchachito. Berlusconi no existe, cómo se les ocurre comenzar una guerra un sábado, día habitual de salida de los grandes puteros. Y Obama en Brasil desairado por Lula intenta mostrarnos que él es diferente a Bush, que él no va de imperialista, de hecho está dispuesto a dejar a Gadafi en el palacio del gobierno, qué bueno es este Tío Sam.
Qué quieren que les diga. Condeno todas las guerras, todas. Y las que se hacen con mis impuestos más todavía. También las que se disfrazan de humanitarias, las que buscan la democracia en las capas altas del petróleo, pues son más despreciables. Se atribuye a Jean Paul Sartre, filósofo del mayo del 68 que quiere enterrar Sarkozy, aquella frase de que cuando los ricos hacen la guerra los pobres son los que mueren. Los gobiernos de los ricos Sarkozy, Obama, o David Cameron llevan años negociando con el millonario Gadafi la venta de armas. Ahora disparan a ese mismo armamento que le vendieron. Pero los que morirán bajo las bombas occidentales que usted y yo pagamos con nuestros impuestos son gente pobre.
Sólo entre 2005 y 2009 España vendió armas a Libia por valor de 7,69 millones. Francia, la capitana de esta guerra, vendió 210 millones de euros en armamento, Italia 276,7 millones, Reino Unido 119,3 y Alemania 83, 48. Si Gadafi es un peligro para su pueblo los que lo han armado hasta los dientes deben tener alguna responsabilidad. No lloraré la muerte del presidente libio, pero los mismos que ahora quieren sacarlo del Palacio de Trípoli son que los votaron a favor de que Libia presidiera el comité de Derechos Humanos en la ONU en 2003.
La agencia oficial de noticias saudí informó este domingo de bombas en Trípoli que don Juan Carlos de Borbón había llamado a los monarcas de Bahréin y Arabia Saudí, “con los que ha hablado de los últimos acontecimientos en la región y ha abordado diversos asuntos de las relaciones bilaterales”. Y no nos cuentan más. ¿Habrán hablado de democracia?¿De Derechos Humanos? No, no ha lugar. Sólo hablaron de cosas importantes. Lo importante es que no se nos dispare el precio del petróleo
PD: Agradezco los comentarios de los lectores. Reconozco que no había dejado claro mi apoyo a las protestas del pueblo libio contra Gadafi. Por supuesto apoyo las movilizaciones del pueblo de Libia, el mismo pueblo que apoyó la revolución que hizo caer la monarquía y dio el poder a Gadafi tiene todo el derecho a cambiar su gobierno, por supuesto. Igual que apoyo a los saharauis, los de Arabia Saudí, los palestinos, los de Báhrein... Mi apoyo sin bombas, claro.
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Juan GarcÃa Luján
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