Promesas y más promesas en sanidad

Hay que ver la cantidad de promesas que nos hacen. Mira que hablan y dicen y ofrecen y aseguran y afirman; serían innumerables las páginas que encontraríamos en las hemerotecas de todo lo que publican los medios en referencia a estas promesas políticas, casi todas incumplidas, falsas, que quedan al descubierto para todos los ciudadanos; y casi todas son expuestas en futuro: “estamos dispuestos a, estudiaremos la posibilidad de, crearemos una comisión de estudio para, evaluaremos un plan para solucionar, pondremos en marcha un plan”?Muy cansados estamos los habitantes de estas islas, igual que los de todo el territorio nacional, de tanta palabrería, de tantos gestos, de tanta voluntad, de tan poco cambio y de la vulneración de nuestros derechos y de nuestro bienestar social.

La alusión directa a la precariedad económica es la gran baza que nuestros gobernantes invocan para todo. Pero ocultan y esconden que es una precariedad económica, una crisis, solo para algunos, no para todos, no para ellos y sus allegados.

A los trabajadores, y me refiero, como siempre, a los de la sanidad pública, ya sabemos que les rebajan los salarios, les recortan derechos adquiridos, les aumentan las horas de trabajo, les suspenden pagas extras, les aumentan las cargas de trabajo, no se renuevan a interinos ni eventuales, no suplen las sustituciones ni vacaciones ni bajas laborales y, finalmente, los jubilan forzosamente.

Pero a los Gerentes, Directores y Subdirectores, Médicos y de Enfermería, cargos de Jefaturas funcionales, de Servicio y de Sección, Responsables de Unidades, Coordinadores y una trama de enchufados, puestos a dedo por los responsables políticos en primera instancia y sucesivamente por ellos mismos, sí que cobran emolumentos sustanciosos procedentes de esta cacareada precariedad económica que nos invade y ahoga. Sí que existe dinero para seguir pagando guardias a distancia, telefónicas, a cargos directivos de los hospitales públicos, como ocurre en el HUC, cantidades declaradas como confidenciales, que no son conocidas ni controladas, a diferentes altos cargos de la administración sanitaria. Sí que hay presupuesto para seguir abonando a los equipos directivos unas cantidades en concepto de “incentivos y complementos de especial rendimiento” en cuantías como las siguientes: Gerente 35.585 euros, Director Médico 29.400 euros, Subdirectores Médicos 23.998 euros, Director de Gestión 26.724 euros, Director de Enfermería 23.449 euros y algunos más en el HUC y en el resto de centros.

El Comité de Empresa del IASS denuncia que se gastarán 4, 6 millones de euros en pagar a los 90 puestos de mando con que cuenta el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria. Pero... ¿existe o no crisis económica? ¿Hay o no un presupuesto deficitario, faltan “perras” para la sanidad o qué?

Mientras, el Gobierno de Canarias, en voz de su Presidente, anuncia que “están elaborando un plan para revertir las listas de espera, trabajando con los responsables de los distintos hospitales para optimizar recursos”. ¡Dios mío ¡otro plan más, otro anuncio de medidas, otra promesa más. ¿Cuantas van ya, hasta cuando?

Entre tanto, 149 médicos jubilados forzosos acuden a la justicia buscando protección por una vulneración de sus condiciones laborales. Por de pronto, existen dos casos de reintegración en sus puestos de trabajo, cautelarmente, por orden judicial. El resto en los juzgados. Y hasta el mismo consejero Ruano criticó estas jubilaciones expresando “que se podría llevar a cabo de otro modo y dar una respuesta más específica para cada caso al objeto de que no se resienta la calidad asistencial”.

¡Pero si fue el `propio Ruano quién en sede parlamentaria modificó un acuerdo previo entre CC y PSOE en referencia a este tema, que sorprendió a ambas partes, motivando que en la votación se abstuviera el representante del POE en sanidad, Jesús Morera, y que la de CC, María del Mar Julios, se ausentara de la sala¡

Parece que juegan al poli bueno y poli malo; escenifican aquella película de Kramer contra Kramer? ¿a quién quieren engañar?

Recordando a José Luis Sampedro, mi homenaje desde aquí, hay que luchar y trabajar más por una economía más humana, porque todo esto no hace sino ratificar más la postura que él propugnaba: ¡INDIGNAOS!