Los psocialistas, de capa caída

Lo que interesa aquí, al calor de esas réplicas tan inmediatas, es que el PP tiene mejor engrasada su política de imagen, propaganda y distorsión de la realidad que los psocialistas, que carecen de ella. Ya metieron la pata al comienzo de la legislatura cuando se negaron a levantar las alfombras e informar a la ciudadanía de cómo habían dejado los peperos las dos principales corporaciones grancanarias. No lo hicieron por un prurito de caballerosidad, para aliviar tensiones y mirar sólo hacia delante. Pero las alfombras se quedaron chicas para lo que había debajo y se produjo el goteo, a ratos torrente, de sentencias judiciales contra actuaciones del PP, con la secuela de fuertes cantidades a abonar que no pueden afrontar las corporaciones si no es renunciando a inversiones necesarias y recortando servicios imprescindibles. Entonces formularon los psocialistas las primeras quejas, pero ya era tarde y han de comerse todos los marrones.

Los psocialistas cometieron, pues, la estupidez de no poner sobre la mesa lo que había y dieron tiempo al PP de montarse esa mezcla de cinismo y desvergüenza que ha sido su seña de identidad con la que han desactivado las consecuencias para ellos de los pufos. No tuvo el PP el menor pudor a los psocialistas los problemas creados por la mala gestión de Soria y Luzardo, al extremo de que muchos creen que es el PP, precisamente, quien puede solucionarlos. Tan es así que existe la impresión de que, de celebrarse hoy las elecciones, ganaría el PP; cosa que Soria se tiene tan creída que ya ha anunciado su deseo de optar a la presidencia del Gobierno. Y con ese objetivo anda por ahí, de pueblo en pueblo como las cajas de turrón, explicando los presupuestos. A su modo, claro. Y los psocialistas en Babia.

Soria se ha movido bien, además, con los medios informativos. De los dos matutinos grancanarios, uno lo tenía ya de su parte. El otro acaba de entrar por el aro porque se le ha convencido de que le conviene a su cuenta de resultados. Los cambios en el organigrama de este segundo son resultado de esas nuevas relaciones de mayor comprensión y no hemos tardado mucho en percatarnos que otra secuela del cambio de orientación del rotativo es una auténtica despatrimonialización cultural de Gran Canaria, dentro del proceso general de desguace político, empresarial y económico de la isla. Haber nacido o vivir en Gran Canaria es grave inconveniente.

La misma estupidez llevó a los psocialistas a formar equipos de gobierno con gentes elegidas menos por su capacidad que por su adscripción a las “familias”. La colocación de auténticos incompetentes (e incompetentes) fue el resultado. Y para terminar de encharcarla se dedicaron a tirarle piedras a López Aguilar, jaleados por la derechona que no ha parado de aplaudir entusiasmada a los psocialistas “moderados”. Le molestaban a la derechona las grandes voces de Aguilar; aunque no pasara de las palabras a los hechos; como el que les dije de levantar las alfombras.

A lo que iba: se merecen los psocialistas lo que les pasa, por zoquetes. En el título de esta columna puse pudorosamente que andan de capa caída cuando la verdad es que van de culo después de dos años haciendo el pollaboba.