Pero el candidato de CC a la Alcaldía del Puerto de la Cruz, Marcos Brito, ¡¡viva la renovación!!, aparece en carteles y pancartas riendo a mandíbula batiente y llama la atención. ¿El nirvana de Brito? o ¿Brito en estado puro? No, vamos a ver: una muy pobre gestión, unas cuantas convulsiones en el mandato que se agota y un desencanto muy extendido entre quienes confiaron hace cuatro años que con él llegaría el resurgimiento son realidades que le deben alejar de cualquier autocomplacencia. ¿Se reirá Brito, por ejemplo, de la renuncia a la titularidad de la concesión administrativa del parque marítimo y de la entrega de los bienes patrimoniales del Ayuntamiento afectados en la actuación puerto deportivo/pesquero-parque marítimo al Gobierno de Canarias? Porque ese es un hecho para constatar el práctico desmantelamiento del sector público local y la progresiva pérdida del patrimonio de los portuenses. Y no es para carcajear, precisamente. ¿O se estará riendo Marcos Brito del estado en que va a dejar la hacienda municipal? Porque las auditorías del Gobierno de Canarias -poco sospechosas pues- correspondientes a los ejercicios 2004 y 2005 dejan bien claro que los indicadores económico-financieros del Ayuntamiento han empeorado. O quizá le muevan los mofletes el registro de un remanente negativo de tesorería para gastos generales de casi novecientos mil euros. Claro que no hacer una consignación presupuestaria de obligaciones contraídas por importe superior a los 2.600.000 euros también es motivo para expresar contento por las calles, paredes y espacios de la ciudad. El balance del mandato, desde luego, por mucho triunfalismo y autocomplacencia que luzca Brito en su profiden a dos carrillos, no es para carcajear, precisamente. Las muescas de la ruptura de un pacto forzada por los empresarios; de un sonado caso de transfuguismo a escala nacional y de la espantada de un concejal de su formación política que deja a la corporación con un miembro menos antes de acabar su ciclo revelan que el gobernante es incapaz de aportar sosiego y destreza a la política local como para que los ciudadanos compartan la aparente felicidad de su sonrisa.(*) Jesús Galindo de Ara es concejal del PSC-PSOE en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz Jesús Galindo de Ara (*)